Capítulo 84

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Tartaglia

30 de Enero – 10:23 AM

Liyue – Base secreta – Suite de Tartaglia

En una zona remota de Liyue, se encontraba una base fortificada de los Fatui. Estaba escondida y, además, poseía todo tipo de recursos de seguridad y defensa. Era, en términos concretos, impenetrable.

No era un destino paradisíaco, pero ella ahora no era capaz de ver lo que a su derredor realmente se encontraba, por lo que estaría bien. Además, con aquel lugar, mataba dos pájaros de un tiro. La alejaba aún más de su hermano y evitaba que el adeptus pudiera vigilarnos. ¡Era perfecto!

"Con el tiempo, espero que se olviden de ella", planeaba. No obstante, incluso tras seis años, yo no había podido apartarla de mi mente. Y, probablemente, nunca lo haría.

-Aria: ¿no vamos a salir del hotel? –preguntó, creyendo estar hospedada en un parador de otra región-. Es muy lujoso y todo lo que quieras, pero parecía que te hacía ilusión explorar fuera.

"No, en unos años no saldrás de aquí", tenía en mente.

-Tartaglia: me siento un poco indispuesto por el salmón de ayer –mentí, quitándole todo deseo de gozar del exterior y activando su preocupación-. Quizá necesite... ¿un masaje?

Ella rió.

-Aria: estaré encantada de concedértelo –me encantó escuchar.

***

Scaramouche

30 de Enero – 16:28 PM

Liyue – Base secreta – Suite de Tartaglia

A la Signora le agradó la idea de que el Onceavo se mudara también a una de nuestras bases. De aquel modo, tendría un mando más en sus ejes estratégicos. Yo, de vez en cuando, también vivía unos meses ahí, pues tenía unos balnearios de infarto. Por supuesto, no accesibles para nadie más que para los Heraldos.

Todo solía ser paz en aquel lugar, pues nadie osaba acercarse a aquella fortificación, prácticamente, militar. No obstante, Tartaglia se había traído un "añadido" que quizá podía alterarla: la tipeja de los orbes.

Decía que ahora era su mujer y que, por ende, debía convivir con él. Sin embargo, el peligro de su presencia allí no se debía sólo a su poderosa magia, sino también a que... estaba relacionada con el Gran Cazador de Demonios. No importaba cuántos años hubieran transcurrido desde aquello, pero jamás olvidaría aquella casi celestial aparición suya desde nuestras cabezas.

-Scaramouche: ¿por qué estás aquí? – fui directo al grano, cuando lo encontré en uno de los pasillos del edificio. Iba hasta arriba de bolsas de ropa, que debió encargar comprar a alguno de sus subordinados en la ciudad.

-Tartaglia: quería cambiar de aires –sabía que mentía.

-Scaramouche: sé que ella está contigo, Tartaglia –debía ser rotundo-. ¿Acaso quieres que un yaksha nos ataque de nuevo?

-Tartaglia: por eso no te preocupes –aseguró, orgulloso-. Ya me he encontrado antes con él, y ahora está bastante acobardado.

Lo dudaba, pero todo era posible en aquella vida.

-Scaramouche: sólo nos falta que nos ataque un jodido dragón por tu culpa.

Él rió.

El Pecado del Alquimista 4 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora