Capítulo 79

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Tartaglia

29 de Enero – 13:08 PM

Liyue– Casa de Tartaglia

Aquel día tomé la decisión final. Alargaría aquella situación todo lo que pudiera. Con ellos, Aria había acabado en el mismísimo Averno, por lo que tenía claro que yo la cuidaría mucho mejor. En mis manos, podría recuperarse y estar a salvo de esos incompetentes. Si debía usar sus alucinaciones a mi favor, lo haría.

-Fatui: no le hemos podido impedir que haga la comida, señor –informó mi súbdito, ahora disfrazado de sirviente para que su uniforme habitual no confundiera a Aria-. Le evitamos todo tipo de golpes, pues no sabía dónde estaban los utensilios e ingredientes, pero... con un poco de ayuda, ya tiene casi la comida preparada.

Sonreí, gélido.

-Tartaglia: espero realmente que le hayáis evitado todo golpe –amenacé.

Él asintió varias veces con la cabeza y yo le hice un gesto para que se marchara junto a sus compañeros.

Me dirigí a la cocina, donde, tal y como me habían notificado, ella estaba terminando de elaborar una olla entera de tofu.

-Aria: ¡has vuelto! –su emoción al verme llegar a casa, me cautivó-. ¿Cómo está Al?

Aunque, por supuesto, lo primero para ella era su hermano:

-Tartaglia: está perfectamente, como esperaba –mentí con maestría-. Y se ha molestado porque quisieras salir de casa tan pronto –añadí, para que no escapara durante la noche en un intento de ir a verlo por sí misma. No sería la primera vez que lo hiciera.

-Aria: ¿has hablado con él?

-Tartaglia: claro –aseguré, firme-. Y se ha quedado con Kairi para que podamos descansar un tiempo.

Suspiró.

-Aria: eso puede que sea típico de Al, pero la verdad es que... también echo de menos a mis niños.

"¿Niños?", me sorprendió que lo pronunciara en plural. "¿Tenían más de una hija?" Había mucho que no sabía ahora de su vida. Sin duda, lo solucionaría, aunque de forma sibilina.

Me acerqué a ella y masajeé sus hombros.

-Tartaglia: relájate... -pedí, amablemente-. Podríamos aprovechar para tener una segunda luna de miel.

Ella soltó una carcajada.

-Aria: no te suele gustar hablar de lo que pasó justo después de nuestra boda –señaló, sorprendida-, pero imagino que, con los años, puede que lo hayas superado.

Tuve una enorme curiosidad. "¿Quizá al intimidante Gran Cazador de Demonios no se le levantó?", reí internamente.

-Tartaglia: ¿acaso... no estuve a la altura? –sonreí, pícaro.

Ella levantó una ceja.

-Aria: ... tú lo que quieres es que elogie que me dejaras embarazada en nuestro primer y caótico celo, ¿verdad? –respondió con la misma picardía.

"Celo", me perturbó que usara aquel término, pero quizá era parte de su forma de hablar como pareja.

-Tartaglia: ¿quizá deberíamos repetir ese celo? –en aquel punto, mi libido ya estaba disparada. Fue verla sonriente al verme y ya...

"Tartaglia, estás desesperado", me dije a mí mismo.

-Aria: ¿esta vez a solas, quieres decir? –bromeó, aún un tanto desconcertada por aquella conversación, pero no parecía ir mal precisamente.

El Pecado del Alquimista 4 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora