El Pecado del Alquimista 4 [+18] (Genshin Impact)

Capítulo 93

Xiao

31 de Enero – 18:26 PM

Mondstadt – Piso de Albedo

Tras cogerle varias muestras a Aria, Albedo se encerró a solas en su laboratorio para dar inicio a los análisis lo antes posible. Necesitaba concentración, así que, sin duda alguna, se la daría. Al fin y al cabo, yo quería los resultados cuanto antes.

-Zhongli: ¿podemos hablar en privado? –me pidió, al salir de la cocina, donde los niños, el bardo y Aria estaban charlando animadamente.

Yo asentí con la cabeza y nos fuimos hasta el balcón. Se podían escuchar las carcajadas de Kairi desde allí, pero nosotros no hablaríamos con tanta intensidad.

-Zhongli: ¿puedes contarme qué ha pasado? –debí suponer que querría respuestas a todo lo vivido.

Suspiré, agotado tras todas las circunstancias experimentadas.

-Xiao: Aria confundía a Tartaglia conmigo, probablemente se quedó con él por ello –me dolía contar.

-Zhongli: es una broma, ¿no?

Lo miré con hartazgo y él supo la respuesta.

-Xiao: creemos que tiene alucinaciones por haber pasado tanto tiempo en el Averno –me hirió aún más añadir. Todo era... demasiado vergonzoso para mí. Había permitido que mi mujer quedara apresada en el Averno por una antigua amante, y después se quedara con un psicópata porque no tuve la valentía suficiente de mirarla a la cara.

Era un desastre.

-Zhongli: eres consciente de que es un verdadero milagro que esté viva, ¿no? –intentó animar mi apesadumbrado estado, evidenciando la "parte positiva" de todo aquello.

No obstante, yo aún temía que pudiera morir en cualquier momento. Era una horrible intuición.

-Xiao: no ser humana será lo que le ha salvado, porque yo no hice mucho para sacarla de ahí –la hiriente verdad.

Me abrazó por un momento y, después, clavó su mirada en mí.

-Zhongli: sabía que te estarías culpando de todo –lamentó profundamente-. Pero las desgracias a veces simplemente ocurren y no siempre podemos ser perfectos en cualquier circunstancia y tiempo –me sermoneó, tal y como esperaba. Lo había hecho durante siglos y lo seguiría haciendo-. Amar es bello, pero nos hace más vulnerables. Es un arma de doble filo que no siempre es fácil equilibrar.

Quedé cabizbajo.

-Xiao: equilibrar... Yo hace tiempo que perdí el equilibrio.

Despeinó mi cabello.

-Zhongli: mientras no pierdas el amor, todo estará bien –sonrió.

"Por mucho que insistas... No estoy hecho para el amor", pensé y aguanté la compostura como pude.

Mi corazón era demasiado débil.

***

Aria

31 de Enero – 18:26 PM

Mondstadt – Piso de Albedo

Como merienda, preparé una rápida montaña de tortitas que todos devoramos en un santiamén. Mis pequeños y mi mejor amigo parecían haber extrañado mis comidas, hecho que me enorgullecía sobremanera.

-Venti: hasta algo tan simple sabe mejor si lo haces tú –reía sin parar de meterse varios pedazos en la boca. Incluso podía ver cómo le sobresalían en su sonrojado moflete.

-Aria: te vas a atragantar –acompañé su risa.

-Venti: morir por comida sería una muerte honorable –bromeó, haciendo estallar en carcajadas a Kairi.

-Kairi: pero si mueres, ¡no podrás comer más tortitas! –le picó, con su malicia natural.

-Venti: ¡es verdad!

Nathaniel estaba más callado. Sí que reía de vez en cuando, pero parecía tener la mente en otra parte.

-Aria: ¿en qué estás pensando, cielo? –acaricié su sedoso cabello.

-Nathaniel: tengo un mal presentimiento –parecía haber heredado mi aguda intuición.

Estaba sentado en la silla de mi derecha, así que pude darle un beso en la frente.

-Aria: pase lo que pase, ¡mamá podrá con ello, te lo aseguro! –tenía más que claro, tras haber salido indemne de aquel horrible lugar-. ¡Soy casi invencible!

-Kairi: ¡y yo, y yo! –compartió, alegremente, mi ego.

Y todos reímos, salvo, en aquella ocasión, de nuevo Nathaniel. Por ello, lo agarré y lo senté sobre mi regazo para darle un fuerte abrazo. Era como un hermoso y tierno peluche... que se preocupaba de más. Muy parecido a su padre, sin duda.

Entonces, alguien más se adentró en la cocina.

-Albedo: Aria, ¿puedes venir, por favor? –preguntó con absoluta seriedad.