El Pecado del Alquimista 4 [+18] (Genshin Impact)

Capítulo 78

Zhongli

29 de Enero – 11:33 AM

Mondstadt – Piso de Albedo

-Zhongli: Xiao, abre la puerta –ordené, serio, ante el baño. Sólo así conseguiría que lo hiciera.

No obstante, incluso ante la petición expresa de quien consideraba su maestro, tardó en llevarla a cabo.

Giró el pestillo.

-Xiao: ¿qué quieres? –rugió.

Su mirada se exhibía vacía. Pese a ello, no había rastros de lágrimas en sus mejillas. Parecía haber estado, anonadado, mirando a la pared del baño, sin hacer nada más que procesar aquella nueva situación.

-Zhongli: ¿cómo viste a Aria? –pregunté, preocupado.

Ante aquella directa cuestión iba a volver a cerrar la puerta, pero yo me interpuse en medio.

-Zhongli: contéstame... -fue una orden más, nacida de la inquietud.

Su rostro se oscureció.

-Xiao: estaba bien –musitó, aún en un estado alterado de consciencia-. Eso es lo único que importa.

Necesitaba más detalles. Si Tartaglia mentía y había roto nuestro contrato, podría ir a su casa, sacar a Aria y dejar caer un meteorito sobre la misma.

-Zhongli: ¡¿entonces por qué no la has traído a casa, Xiao?! –iba a acabar perdiendo los papeles-. ¿Qué viste?

Me adentré aún más en el baño, donde lo agarré de los brazos. Él continuó en un extraño estado, incapaz de reaccionar como debía.

-Xiao: n-no lo sé...

Iba a gritarle que la trajera a casa, pero aquella hubiera sido una intervención demasiado directa por mi parte e incompatible con el contrato firmado.

Sí, probablemente haber pasado de imaginar muerta a tu mujer a verla, de pronto, viva y con otro hombre; era demasiado por procesar. No obstante, necesitaba que reaccionara.

-Xiao: ella... ella debe odiarme por no haberla salvado antes –declaró cual confesión, con sus ojos dorados clavados en el suelo-. Quizá, tras lo que le ha pasado en el Averno, me odie por lo sucedido con Kairi y Ming-yue. Y yo... la entendería.

"No... No te rindas, Xiao... No dejes que esas malditas emociones y miedos te sobrepasen. ¡Tienes que ir por ella!", pensé, absolutamente frustrado por no poder gritarlo a los cuatro vientos.

-Zhongli: ¿por qué lo crees? –quise indagar, intentando hacerle pensar sin vulnerar mis deberes.

-Xiao: ella le agradeció... por todo.