Aria
27 de Enero – 16:18 PM
Averno
No tenía opción: debí explotar. Tras envolverme a mí misma con un escudo, hice que todos aquellos orbes que me rodeaban, estallaran. Y la detonación que supuso, fue más que suficiente para liberarme de aquella maldita red, así como para crear un pequeño cráter a mi derredor.
El dragón, ante aquella manifestación de misterioso poder, dejó de rugir y clavó aún más su mirada en mí. Sin embargo, cuando creyó que iba a enfrentarlo y él alzó su porte para ello, me di, súbitamente, la vuelta y corrí como alma que lleva el diablo.
"¡Y una mierda!", pensé, mientras usaba toda la velocidad posible para alejarme de aquella enorme bestia. No sabía si podría vencerlo o no, ¡pero no iba a arriesgarme a perder siquiera!
Por supuesto, él me persiguió por los aires. Pero, por fortuna, por muy poderoso que fuera... al menos no era tan rápido como yo. Hacía tiempo que no hacía patrullaje, pero había habilidades que no se olvidaban. No obstante, seguí temiendo por mi vida hasta que vi a lo lejos una barrera carmesí que ni me planteé no cruzar. Simplemente, en plena carrera, la atravesé sin pensarlo.
El dragón no lo hizo. Detuvo su vuelo y, en aquella ocasión, fue él quien dio medio vuelta. Aquello podía significar dos cosas: o bien yo le había intimidado, o bien el lugar en donde me había adentrado... era mucho peor que un monumental monstruo.
Votaba por la segunda opción. Y, sin embargo, seguí adelante. De dar marcha atrás, con seguridad me encontraría de nuevo al dragón.
-Aria: aquí hace un poco de calor, ¿no?
Pero aquellas gotas de sudor sólo fueron el inicio de una acalorada aventura, y no en el matiz que me hubiera gustado.
Caminé por horas... muchísimas horas... quizá más de un día... en un paraje de temperaturas infernales, y mi cuerpo se resintió. Comencé a marearme, a ver luces extrañas a mi derredor, quizá producto de la deshidratación.
Pero seguí adelante. ¿Qué más podía hacer que guardar la esperanza?
Y fue una mala idea.
Desfallecí por completo, al ser sustraídas todas mis energías por aquel hostil entorno. Yací, de forma estúpida.
"¡Maldita sea!", grité en mi fuero interno.
No podía levantarme... e incluso el suelo quemaba.
-Aria: ... joder... joder... -repetía, débil, comenzando a temer lo peor.
Ahí, absolutamente perdida, en un lugar, no sólo inhóspito, sino quizá en otra dimensión. No tenía recurso alguno a mi alcance, y ya no tenía fuerzas para seguir.
Sí, iba a morir.
"De haberlo sabido, mi último encuentro con Xiao hubiera sido muy distinto", hubiera deseado, pero nadie era capaz de prever cuándo llegaba su final. "Si al menos pudiera decirle lo tanto que lo amaba, lo tanto que lo sentía y lo tanto que le debía... ", mi alma se revolvió en una abominable culpabilidad.
Ojalá pudiera besarlo una última vez.
Y las luces que mis constantes mareos habían evocado, comenzaron a tomar una forma más nítida y tridimensional.
-Aria: ¿Xi-Xiao? –clamé, al contemplar aquella perfecta alucinación suya-. Xiao... -alcé mi mano hacia él, pero sus pies no se movieron de su lugar-. Lo siento... -lamenté que aquellas fueran a ser mis últimas palabras hacia la estática imagen, pero era lo que mi corazón más alto gritaba.
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El Pecado del Alquimista 4 [+18] (Genshin Impact)
FanfictionCuarta parte de El Pecado del Alquimista. Tras el duelo a muerte, el alma de Xiao será sometida ante las tinieblas del deshonor. El más perverso temor lo hará caer en desgracia, mientras Albedo se alzará sobre sus cenizas y se dispondrá a abrir la c...