Capítulo 26

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Kairi

24 de Enero – 2:04 AM

Liyue – Pantano Dihua – Casa de Aria y Xiao

Me quité el pijama rápidamente y vestí mi "uniforme" de aventura: unos pantalones, botas y camiseta con los mismos colores verdes que la flora predominante de Liyue. Me encantaba mi vestido lila, ¡pero debía estar preparada!

-Nathaniel: Kairi, por favor... -seguía suplicando mi primo... o hermano... Ya no sabía bien qué era, pero era parte de mi preciada familia.

-Kairi: ¡lo haré rápido, Nath! –dije, con todo el optimismo del mundo-. Soy la mejor rastreadora de estas tierras.

Frunció el ceño entre sus cejas doradas.

-Nathaniel: la noche aquí es aterradora –miraba, receloso, por la ventana, como el cobardica que solía ser a veces-. Por eso tu padre patrulla a estas horas, Kairi.

-Kairi: ¡exacto! –señalé, como si hubiera pensando un gran plan-. Si está por ahí correteando, será mucho más fácil encontrarlo.

-Nathaniel: tengo un mal presentimiento –frotó sus brazos, helado tras salir de la manta. Quiso detenerme, pero no iba a ser capaz de conseguirlo.

Yo solté unas cuantas carcajadas.

-Kairi: ¿qué apuestas a que regreso esta misma noche y con papá de la mano? –reté, juguetona.

-Nathaniel: Kairi... -seguía mostrando su amargura, cosa que me molestó.

***

Kairi

24 de Enero – 4:37 AM

Liyue – Profundidades adeptus

Había pasado ya casi una semana, por lo que no fue fácil encontrar el rastro de mi padre. No obstante, sirviéndome de mi velocidad para correr a lo largo y ancho de las laderas, al fin pude encontrar una señal de su presencia.

No obstante, me llevó más lejos de lo que esperaba y... a un lugar que jamás había visto antes. Sentí cruzar una especie de barrera mágica y, tras ella, hallé toda una extraña ciudad.

No eran mortales, sino adeptus.

Y, por primera vez, a los adultos no les escandalizó ver a una niña a solas. Sí que llamé la atención de varios mientras paseaba por las rudimentarias callejuelas de aquel remoto lugar, pero nadie se atrevió a dirigirme la palabra, especialmente tras atisbar el bindi morado que portaba en la frente.

-Kairi: debe ser un escondrijo para los adeptus –dije, maravillada.

Amaba la aventura, ¡y aquélla parecía que iba a ser grandiosa!

No obstante, distraída con los puestos del tradicional mercado, perdí el rastro de papá.

Tal vez no quedaba otra que preguntar.

Me dirigí hacia una grulla de color rojo y naranja, que conversaba con un tendero. Se parecía a Preservadora, así que me dio confianza para hablar con él.

-Kairi: ...perdone –pregunté, un tanto tímida-. ¿Le suena haber visto a mi papá, el Cazador de Demonios?

El tendero y la grulla quedaron boquiabiertos ante la mención de aquel nombre.

-¿?: tu padre... -musitó.

-Tendero: el parecido es indiscutible –rió, mientras colocaba unos extraños artefactos en una bolsa para después ofrecérsela a su cliente-. ¿Te has perdido, pequeña?

-Kairi: no –respondí, segura de mí misma-. Él es el que se ha perdido.

Ambos se echaron a reír, y no entendí por qué.

-¿?: deberías ir al templo de encima de esa montaña –señaló con su ala-. Ming-yue es amiga suya, así que sabrá qué hacer contigo.

"¿Cómo que sabrá qué hacer conmigo?", pensé, ofendida. Pero era una buena pista para comenzar, así que agradecí aquella información y me fui saltando de un lugar a otro.

El Pecado del Alquimista 4 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora