01: Un monumento que marcaba una cosa.

2.8K 326 54
                                    


—Mi pequeño, lo lamento mucho.

Hyo corrió hacia el rubio en cuanto lo vio entrar por la puerta principal. El rubio tenía sus ojos completamente rojos e hinchados, al sentir el cálido abrazo que le brindaba la mujer comenzó a llorar repentinamente.

—Ve a cambiarte pequeño, te prepare tu comida favorita, ¿Sí?.

El menor asintió, pesadamente subió las escaleras hasta llegar a su habitación. Cambió su uniforme a ropa cómoda, específicamente una pijama, se sentó en la orilla de su cama y observo un mueble que estaba al lado de esta, había una foto de el y su mamá en su cumpleaños de ese año. Camino lentamente hasta ella y la tomo entre sus manos para ponerla sobre su pecho y comenzar a llorar en silencio.

No supo en qué momento se había recostado sobre su cama y se había metido entre sus sábanas, se colocó de lado y seguía observando aquella foto. Como siempre, su madre sonreía y lo abrazaba por los hombros, ella siempre fue una persona muy cariñosa con su hijo y sobre todo muy comprensiva con el.

Poco a poco sus ojos se fueron cerrando, cansado de tanto haber llorado ese día por fin se había dormido. Hyo había golpeado su puerta un par de veces y al no obtener respuesta supuso que el menor estaba dormido, ya que aunque estuviese ocupado o no tuviera ganas de abrir la puerta siempre respondía con algún grito.

La mujer de avanzada edad se encontraba en el comedor, había apartado algo de comida para ella mientras que el resto la había refrigerado, su jornada laboral había termino por lo cual recogió algunas de sus cosas y salió de la gran casa, saludo al chófer y se detuvo un momento para hablar con este.

—¿Se va?.

Sonrió cabizbaja. —Termino mi horario Joon. —Suspiró— Hoy fue un día que quisiera olvidar para siempre.

—Todos quisiéramos que fuese un sueño.

La señora Kang fue amada por muchas personas, su carisma y bondad no pasaba desapercibida por todas las personas que la rodeaban, incluso de las personas que llegaban a tener celos y envidia de su magnífica vida.

—¿Te quedarás más tiempo?

Asintió. —El avión del joven Soobin llega a las 9pm.

—Me da gusto volverlo a ver, pero me da tristeza que tenga que ser en este tipo de situación.

Luego de cruzar algunas cuantas palabras, ambos se despidieron y cada quien tomo su propio camino.

Las horas pasaban lentamente, para Taehyun, había pasado bastantes tiempo desde que había tocado su cama pero no fue así, apenas habían pasado dos horas. Se levantó lentamente de su cama y cerró las cortinas, la luz le molestaba bastante, sus ojos dolían demasiado así estuvieran abiertos o cerrados. Por la hora supuso que Hyo ya había se había ido así que tendría que ser el quien calentará su comida.

Bajo hasta la planta baja y entro a la cocina, todo estaba en orden. Abrió la puerta del refrigerador y miro ahí las cazuelas con comida, las miro por un par de segundos y cerró el refrigerador. Camino hasta la sala de estar, se acostó en uno de los sillones más grandes horizontalmente, ese era el favorito de su mamá.

Nuevamente el recuerdo de aquella mujer lo invadió, comenzó a sollozar bajito, no le agradaba llorar y extrañamente le daba vergüenza llorar, así fuera en frente de muchas personas o estando solo. Pronto su pijama comenzó a empaparse al igual que el sillón y el piso, cambio su posición y ahora estando sentado intento contener sus lágrimas. 

𝐽𝑢𝑒𝑔𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑜 • 𝒀𝒆𝒐𝒏𝑩𝒊𝒏  𝑻𝒂𝒆𝑮𝒚𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora