𝐽𝑢𝑒𝑔𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑜 • 𝒀𝒆𝒐𝒏𝑩𝒊𝒏 𝑻𝒂𝒆𝑮𝒚𝒖

37: Jugo de mango.

Soobin se encontraba en su oficina trabajando como cualquier otro dia normal, miraba su computador y despegaba su vista para echar una mirada a los documentos frente a el. Su puerta fue tocada y pronto se vio el rostro de un chico asomarse.

—¿Que quieres? Estoy trabajando

El chico se sentó justamente frente a su hermano. —Venia a visitarte, hace mucho no venia para acá.

—No te voy a prestar dinero.

Taehyun miro de mala gana a su hermano quien dejo de prestar atención a su trabajo para fijar su vista en su hermano.

—Venía a preguntarte si estarás en la fiesta, tenemos que contemplar a las per-

—No estare, ya vete.

Taehyun suspiró y comenzó a jugar con algunos objetos que tenía su hermano en su escritorio. —Sun me contó que fuiste al médico ayer.

—¿Si? Tal vez debería despedirla.

Soobin miro a su hermano quien lo miraba fijamente, dejo de lado todo y saco de un cajón un sobre el cual se lo entrego al menor.

—Son solo estudios de sangre, cada cierto tiempo los hago.

Taehyun tomo el sobre y comenzó a leer el contenido, suponía que entendía cuando realmente no entendía muy bien lo que decía.

—Deberías de hacerte también los estudios, te llevaré la siguiente semana.

El menor le entrego el sobre y no contestó. Continúo jugando con los bolígrafos de su hermano pero le fueron arrebatadas rápidamente por el mayor.

—Deja de jugar y vete, no quisiste acompañarme hoy porque según ibas a estar ocupado con la preparación de la fiesta.

—¿No estarás en la fiesta?

—No tengo porque asistir, no me llevo con el y ni siquiera me interesa estar en el mismo lugar junto a el.

El rubio se puso de pie y se despidió de su hermano para salir, en su camino se encontró a varios empleados los cuales saludo amablemente y fue con dirección hasta la antigua oficina de su mamá.

Entro y cerró la puerta tras el, caminó hasta el escritorio donde se sentó y echo su cabeza hacia atrás.

Mientras el menor de los hermanos se encontraba descansando en la oficina de su mamá, el mayor, Soobin, terminaba de acomodar todo en su escritorio cuando su secretaria habían entrado informándole que alguien había ido a verlo.

—Creí que estarías ocupado hoy.

El chico río y se sentó frente a el. —Realmente ya casi todo está listo, solo faltan un par detalles pequeños. ¿Vendrás? Serás como mi acompañante.

—No estaré en la fiesta. Vete, tengo cosas que hacer.

Yeonjun río un poco pero su risa fue cortada cuando vio la mirada del peli-negro.

—Bebé, serás mi acompañante, debes de ir conmigo.

—No soy tu bebé y tampoco tu acompañante. Pídele a alguien más que vaya contigo, yo no iré.

El mayor se puso de pie y comenzó a observar con más detalle la espaciosa oficinas del peli-negro, Soobin seguía con su vista fija en el computador pero de reojo observaba al chico y le advertía que no tocará nada del lugar.

Yeonjun omitió las advertencias del contrario y tocó algunos recuadros y libros que se encontraban en un estante, abrió un libro y hojeandolo miro como en una página había una foto de dos niños y una señora, no reconoció a ninguno, era un niño y una niña que no podían llevarse más de dos o tres años.