64: Provocación

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Soobin y Yeonjun se encontraban sentados en el sofá mientras esperaban pacientemente a que la mujer les hablará.

Taehyun estaba poniendo en práctica sus clases de cocina y ayudaba a la mujer a preparar la cena. Ese día Dalmi había llegado de sorpresa a casa de Yeonjun, encontró al peli-azul en una escena algo comprometedora con Soobin.

—¿Desde hace cuánto llevas clases de cocina?

Taehyun trató de recordar cuando había sido su primera clase. —Llevo unas semanas, mi nana se irá a pronto a vivir con su hija al extranjero así que Soobin y yo no quisimos contratar a alguien más y decidimos aprender a cocinar.

Dalmi asintió mientras seguía friendo los vegetales. Se suponía que visitaría a Yeonjun para seguir con la plática pendiente, vaya sorpresa se llevó cuando entro a la casa de su hijo y miro a Soobin sobre la mesa mientras Yeonjun estaba sobre sus piernas y sus manos recorrían todo el torso del menor.

—Tu hermano a cambiado mucho, la última vez que lo vi se veía mucho más ¿Serio? ¿Recto? —se pregunto a si misma— Inclusive su forma de vestir cambio bastante, y su cabello ya no lo trae perfectamente peinado.

Taehyun asintió completamente de acuerdo con la mujer, Soobin había cambiado bastante en los últimos meses y aunque sabía que gran parte se debía a Yeonjun también aseguro que su hermano había cambiado por el.

Después de unos cuantos minutos más por fin todo estaba listo. Dalmi le pidió a Taehyun que le hablara a los chicos en la sala para que fueran a comer.

—La cena está lista —Entro a la sala de estar para avisarle a sus mayores. — ¿Por qué esas caras?

Taehyun había llegado mucho después de Dalmi, así que ni los hombres ni la mujer le habían contado lo que ocurrió.

—No es nada Tae, vayamos a cenar.

Una vez estando todos en el comedor la vibra se sintió realmente incómoda, Taehyun era quien cruzaba un par de palabras con la mayor pero inclusive el se sentía un poco incómodo.

Dalmi miraba de reojo a su hijo, Yeonjun solo estaba jugando con la comida pero segundos después de sentir la mirada de su mamá dejo los palillos sobre la mesa y decidió enfrentarla.

—Si tienes algo que decirme, dímelo.

Soobin y Taehyun miraron sorprendidos a Yeonjun. Taehyun había aprendido con el tiempo que retar a Dalmi no era algo bueno.

—Primero termina tu comida, después puedo hacerlo.

—No. Dímelo ahora.

—No lo diré frente a Taehyun.

El menor se sintió un poco incómodo, no sabía cómo reaccionar así que empezó a comer un poco más apresurado para terminar lo antes posible.

Yeonjun seguía sin probar nada, solo miraba detenidamente a su mamá quien comía pacientemente. Soobin por su parte solo comía en silencio, sin prisa pero tampoco tan lento.

Taehyun colocó sus platos en el fregadero y después de despedirse de la mayor fue directamente hacia la habitación de Beomgyu dónde había acordado que dormiría esa noche.

Dalmi bebió un poco de agua y poco después miro a su hijo mientras hablaba tranquilamente. —Se que es tu casa y puedes hacer lo que quieras con ella. Si planeas hacer cosas específicas preferiría que fuera en tu habitación y no donde alguien, por ejemplo yo o tú hermano que también tiene llaves, podamos verte.

Soobin se sentía demasiado avergonzado, quería pedirle disculpas a la mujer pero Yeonjun fue quien hablo primero.

—Exacto, es mi casa. No me molesta que vengas pero al menos deberías de avisarme. Tu también te molestabas cuando iba a tu casa de sorpresa, cuando Beomgyu estaba en la escuela y estabas con tu amante.

𝐽𝑢𝑒𝑔𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑜 • 𝒀𝒆𝒐𝒏𝑩𝒊𝒏  𝑻𝒂𝒆𝑮𝒚𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora