𝐽𝑢𝑒𝑔𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑜 • 𝒀𝒆𝒐𝒏𝑩𝒊𝒏 𝑻𝒂𝒆𝑮𝒚𝒖

107: Casita de jengibre

Soobin le dio el pequeño sobre a la mujer mientras está le sonreía.

—Nos vemos hasta febrero —dijo con una amplia sonrisa.

—¿Puedes reconsiderarlo? —pregunto con insistencia.

La mujer suspiró mientras veía el pequeño sobre, tal vez estaba siendo un poco dura pero su jefe había perdido una apuesta que debía de pagar.

—Tu perdiste la apuesta, aparte, ya te dije que mandaría a mi hermana para apoyarte.

Soobin solo realizó una mueca, se arrepentía de haber apostado con la chica algo tan estúpido.

—Te marcaré de vez en cuando, también te enviaré algunas fotos de mis vacaciones.

La mujer salió de la oficina de su jefe con el pequeño sobre en su mano.

Después de que Yeonjun aceptará la propuesta del fotógrafo Kim, Sun le pidió a su jefe que respetará el trato que tenían.

Soobin tuvo que darle a la chica tres semanas más de vacaciones con goce de sueldo y más aparte pagarle su viaje a la Isla Jeju —su destino soñado— con todo pagado.

El joven miro la hora en la pared, oficialmente había terminado su último día laboral del mes. Era 24 de diciembre, todos sus empleados habían dejado de trabajar hace dos semanas pero el y algunos otros jefes de área terminaron todo lo que tenía pendiente la empresa.

Salió de su oficina mientras se quitaba el saco, vio a la chica guardar todas sus pertenencias mientras mostraba una gran sonrisa. Soobin también sonrió despidiéndose de ella y pidiéndole que disfrutará de sus vacaciones ya que cuando regresara tendría mucho trabajo que hacer.

Cómo lo tenía previsto, se dirigió hacia casa de Yeonjun donde celebraría navidad. Solo serían ellos dos.

—¿Cómo te fue, amor? —pregunto apenas lo vio entrar.

—Fue algo cansado, pero estoy feliz de haber terminado todo. ¿A ti como te fue?

—Tambien fue algo cansado, Hyunjun y Kai me ayudaron bastante a ver el perfil de los aspirantes, empezarán en dos semanas a trabajar.

Soobin dejo su saco en el perchero y camino hasta donde estaba Yeonjun, el chico llevaba consigo un mandil de cocina ya que el se había ofrecido para preparar la cena.

Sin previo aviso le dio un gran abrazo, Yeonjun se sorprendió un poco ya que normalmente era el quien iniciaba con el afecto físico pero de igual forma apreciaba bastante que Soobin lo abrazara o tomara su mano de la nada.

—¿No quieres bañarte primero?

—¿Nos podemos bañar juntos?

Yeonjun solo sonrió mientras asentía. —Deja termino rápido lo que estoy haciendo y voy contigo.

Soobin se separó del chico para caminar hacia las escaleras, se sentó en estás un par de minutos hasta que vio salir a Yeonjun de la cocina.

Se puso de pie y siguió su camino hasta que sintió las manos de Yeonjun en sus glúteos, rápidamente se volteo y le dijo al chico que no volviera a tocarlo.

—¿Compraste lo que te pedí? —pregunto apenas llegaron a la habitación.

Soobin asintió. —Realmente lo pedí para entrega, tendría que llegar en una hora más o menos.

Yeonjun frunció el ceño. —Solo era una cosa, ¿No era más fácil ir y comprarlo tu?

El menor negó. —Tuve mucho trabajo —mintió— lo pedí junto con varias cosas, fue para ahorrarme un poco de tiempo.