83: 08092019

599 108 102
                                    

Yeonjun se encontraba de pie a pocos menos del peli-negro, peleaba por teléfono mientras trataba de tranquilizarse un poco.

Soobin seguía dentro del automóvil. Se habían estacionado en el primer lugar que encontraron ya que habían llamado repentinamente al mayor.

Podía notarse su enojo a kilómetros, tensaba su mandíbula y movía demasiado sus dedos. Soobin en un inicio pensó en salir del auto y preguntar que ocurría pero le dio miedo una mala contestación del chico.

Yeonjun entró al coche azotando fuertemente la puerta, Soobin se removió en su asiento y tímidamente pregunto.

—¿Pasó algo?

El peli-azul puso en marcha el automóvil y contestó cortantemente. —Nada, te llevaré a tu casa.

—¿Qué? ¿Por qué?

—El lugar al que iríamos cerró por estos días.

Ahora Soobin entendía el enojó del mayor.

—No te preocupes por eso —colocó su mano por encima de la del mayor— Dijiste que iríamos a dos lugares, ¿Cuál era el tercero?

Negó. —De que sirve llevarte al tercero si no fuimos al segundo.

Soobin solo suspiró y desvío su vista a los grandes árboles, una idea de le vino a la mente pero no sabía si Yeonjun la aceptaría.

El mayor seguía molestó, planeo la cita durante semanas para que todo saliera a la perfección pero con tan solo una llamada todo se había arruinado.

—¿Qué te parece si vamos al lago?

La repentina pregunta de Soobin llamo la atención de Yeonjun.

—¿Quieres ir a un aburrido lago?

Asintió. —No es el lugar, es la persona.

El peli-azul sonrió un poco y dio vuelta en el primer retorno que encontró. Durante el camino Soobin decidió hacerle un poco de plática al mayor para relajarlo un poco y que el enojo disminuyera.

—Por cierto, ¿Cómo está el papeleo para lo de la remodelación?

—Estoy avanzando, con ayuda de Hyunjun todo está llendo bien. La posición social de las personas tiene bastante poder.

—Hyunjun se ve que es un gran chico, quiere trabajar para ganar su propio dinero y no vivir a costa de sus padres.

Yeonjun asintió. —Por lo que me ha contado, aún vive con sus padres y ellos sustentan sus gastos básicos, lo que gana solo es para salir con sus amigos o comprase cosas no tan esenciales.

Soobin nuevamente se concentró en el tema principal y le hizo más preguntas sobre la remodelación que Yeonjun le haría al lugar.

Hace un par de meses el chico había comprado un establecimiento que estaba al lado de la cafetería, Yeonjun solo buscaba un permiso especial para poder tirar algunas paredes y juntar ambos establecimientos. Poco a poco se dio cuenta de que cada vez tenía más clientes así que decidió expandirse.

—Tus abuelos te dieron la cafetería, ¿Cierto?

Yeonjun asintió. —Me dejaron bastantes cosas, la familia de mi mamá me tiene envidia por eso.

—Supongo que eras bastante unidos a ellos.

—Demasiado, ellos fueron los primeros en enterarse de mi orientación sexual. Mi abuela trató de emparejarme con un vecino de ella, mi abuelo inclusive me dijo que si mis padres no me apoyaban podía irme a vivir con ellos.

𝐽𝑢𝑒𝑔𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑜 • 𝒀𝒆𝒐𝒏𝑩𝒊𝒏  𝑻𝒂𝒆𝑮𝒚𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora