98: No era tan bonito

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—¿Te gusta?

Beomgyu asintió fascinado.

Nunca había entrado a la casa de Gwanak, ni siquiera sabía que tenían una en el lugar. No era muy grande pero tampoco era demasiado pequeña.

Era de dos pisos y una planta baja. Tenía un hermoso jardín trasero el cual estaba un poco descuidado pero aún así se veía lindo.

—Saldré a buscar algo para comer —hablo apenas salió al jardín— En la mesa deje todos los catálogos, vayan eligiendo los que quieran y cuando llegue veremos cuáles son las mejores opciones.

Taehyun se sentó en el pequeño columpio, se balanceo un poco esperando que su peso no fuera demasiado para romperlo.

Beomgyu se sentó en el pasto, debido a lo pequeño que era el columpio quedaba a la altura de su novio lo cual lo divertía un poco.

—Siempre quise que Soobin jugará conmigo en el jardín.

—Puedes poner columpios más grandes y cuando Soobin venga de visita puedes estar aquí con él.

Taehyun negó. —Siendo sincero, solo estoy actuando bien con él para no ocasionar un problema antes de irme. Le diré todo lo que me dijo Jonseok y también le pediré que no venga a mi casa.

Había intentado mil y un veces intentar convencer a Taehyun de que dejará las cosas como estaban, a fin de cuentas Soobin había cancelado su contrato con Kai lo que significaba que se había arrepentido. El rubio seguía molestó, quería enfrentar a su hermano pero no encontraba el momento correcto para hacerlo.

—¿Quieres ver los catálogos?

El castaño asintió y se puso de pie limpiando un poco su ropa. Entraron y se sentaron en el piso ya que la casa no tenía muchos muebles y entre los que faltaban eran sillones y sillas.

Primero empezaron con las cosas elementales, los electrodomésticos y algunos otros muebles importantes.

—¿Qué te parece este? —señalo el último en la página— El color se ve lindo.

El castaño realizó una mueca. —El diseño está bien pero el color no me convence, no se vería bien. ¿Hay uno más cálido?

Pasaban página por página, veían inclusive el detalle más pequeño de medidas y materiales de cada uno. En sus teléfonos buscaban recomendaciones y más especificaciones para tener más referencias y poder escoger mejor todo lo que comprarían.

No se dieron cuenta de la hora, estaban tan concentrados en buscar y comparar que cuando Soobin entró a la casa con comida para ellos ni siquiera les importó y siguieron en lo suyo hasta que terminarán.

El peli-negro se había sentado en las escaleras para comer un poco, vio la hora en su reloj y se percató de que ya era un poco tarde. Pero también se había percatado de otra cosa: Yeonjun no le había marcado en todo el día.

—¿Tan ocupado está? —se preguntó a si mismo.

Busco entre sus contactos y le marco para preguntarle sobre como había estado su día, solo bastaron pocos segundos para que el chico contestara.

—¿Bueno? ¿Cómo te está llendo?

—No recordaba lo que era organizar una fiesta —por el ruido de fondo todo indicaba que Yeonjun seguía en la fiesta, se escuchaban un par de niños gritando y algunos otros llorando— Mi cafetería no está adaptada para fiestas infantiles.

Soobin soltó una pequeña risa. —Dijiste que en la remodelación pondrías unos juegos infantiles, debes de acostumbrarte a los niños.

Me gustan los niños, pero solo para estar con ellos a lo mucho media hora. Un pequeño lloró porque las chispas de su cupcake estabas disparejas. Las exigencias de los niños cada vez son más y más.

𝐽𝑢𝑒𝑔𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑜 • 𝒀𝒆𝒐𝒏𝑩𝒊𝒏  𝑻𝒂𝒆𝑮𝒚𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora