𝐽𝑢𝑒𝑔𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑜 • 𝒀𝒆𝒐𝒏𝑩𝒊𝒏 𝑻𝒂𝒆𝑮𝒚𝒖

95: Desaparecidos

—¿Ya te contesto?

Jungkook negó. —Dice que su teléfono está apagado. Taehyung nunca apaga su teléfono.

Yeonjun suspiró mientras seguía marcandole a Soobin tratando de obtener una respuesta.

Todos estaban reunidos en el living, eran aproximadamente las 5:00am y se percataron de que el trio no había llegado así que decidieron marcarles para ver si todo estaba bien.

Hyuk y Jun habían decidido irlos a buscar mientras que Jiho y Huin fueron a los lugares cercanos del bar por si habían salido a comer algo o probablemente estaban en otro sitio.

Después de tres tonos, Jimin había respondido.

—¿Jimin? ¿Dónde demonios están?

Por el ruido de fondo el pálido supuso que seguían en el bar.

—Yoongi, vengan rápido, por favor. —respondió el chico con la voz quebrada.

—¿Dónde están? ¿Siguen en el bar?

—Creo que drogaron a Taehyung y Soobin —ignoró su pregunta— Me estoy sintiendo muy mal, vengan rápido por favor.

Yoongi había puesto el altavoz, tan pronto escucharon la palabra drogaron, los tres chicos se alteraron.

Jungkook le arrebató el móvil a su mayor y preguntó de forma más alterada.

—¡¿Dónde están?!

"¿Con quién hablas, bonito?" —se escucho en el fondo.

—Estamos en el bar clandestino de Yoh-

La llamada había sido terminada.

¿Bar clandestino de Yoh-?

¿Conocían siquiera algo o alguien que iniciara con Yoh?

Yeonjun le marcó rápidamente a sus amigos que estaban por el sitio y les contó de la llamada que habían hecho con el rubio.

Hyuk y Jun simplemente dijeron que no conocían un sitio llamado así pero que buscarían por la zona y preguntarían a varias personas.

Juin y Jiho automáticamente sabían de que hablaba Jimin, era el bar de un amigo que conocieron en una fiesta hace algún tiempo.

—Hyung, es el bar de Yohan, esta por Sindang.

Jungkook colgó la llamada y junto a sus amigos salió de la casa, se metieron al primer auto que encontraron y se pusieron en marcha.

Yeonjun le marcó a los demás para decirles al lugar donde irían, Hyuk logro identificar de quién hablaban así que les facilitó más el viaje a sus amigos y les dio la dirección exacta del bar.

Después de treinta minutos conduciendo, haberse saltado varios semáforos y haber chocado casi cuatro veces, habían llegado al lugar.

Entraron al lugar pero fueron detenidos en la entrada, al ser un bar clandestino debían de asegurarse de que no eran policías o trabajadores del gobierno.

Estaba lleno de personas, era un poco difícil pasar entre las personas y la visibilidad era casi nula por las máquinas de humo. A lo lejos vieron a un chico que parecía estar peleando con otros sujetos y al observar bien se dieron cuenta de que se trataba de Jimin.

Buscaron las escaleras para subir a las mesas de arriba pero los habían detenido unos guardias, después de haberles entregado una buena cantidad de dinero pudieron pasar.

—Te dije que no —trató de soltarse del agarre.

—Hay tres habitaciones disponibles, podemos turnarnos. Ustedes son tres  y nosotros cinco, será una gran noche.