𝐽𝑢𝑒𝑔𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑜 • 𝒀𝒆𝒐𝒏𝑩𝒊𝒏 𝑻𝒂𝒆𝑮𝒚𝒖

13: Hospedaje

El tiempo había pasado tan rápido para todos a excepción del peli-negro, sentía que cada segundo se hacían horas eternas que no terminarían pronto.

Las luces de la casa se apagaron, era pasada más de media noche y tenían que dormir, al siguiente día los menores tendrían que ir a la escuela y los mayores a trabajar. La lluvia no había parado en su totalidad, pero el granizo y los relámpagos se fueron calmando un poco a Soobin.

Sinceramente no podía dormir, le incomodaba esa cama, las sábanas, la almohada, las ventanas a su lado golpeándolo con la luz de la luna, todo le molestaba. Pero más le molestaba que su hermano hubiese preferido dormir con Beomgyu que con el, Taehyun rechazó inmediatamente dormir con su hermano cuando esté le dijo que dormiría en el piso ya que no compartiría la cama con el.

Miro en su teléfono la hora, era tarde y si no dormía al siguiente día tendría cara de zombie por no haber descansado bien, deslizaba su teléfono en busca de algo que lo entretuviera pero no había nada que le llamará la atención, en momentos como esos odiaba no tener a una persona cercana con la cual hablar.

Su rutina no se lo permitía.

Se levantaba todos los días a las 5:00am, se arreglaba y bajaba a desayunar, 6:30am salía de casa para llegar en aproximadamente una hora a su trabajo, comenzaba por leer una gran pila de documentos que lo esperaban en su escritorio desde muy temprano, leía, firmaba, rechazaba, escribía, todo su día se basaba en eso. Salía a comer a la 1:00pm, Joon pasaba por el y después pasaban por su hermano a la escuela, iba a casa y terminando de comer regresaba a la empresa para seguir con su misma rutina, poco a poco los empleados se iban llendo pero el se quedaba para verificar que todo estuviera en orden y así poder volver a casa a las 5:00pm.

Su rutina no le permitía hablar con nadie, no le permitía salir con personas, y tampoco le permitía prestarle tanta atención a la persona que dependía de él.

Al final se había decidido por poner algo de música para ver si lograba tranquilizarlo un poco y dormir aunque sea un par de horas.

Metros más adelante de la habitación donde yacía, se encontraban un par de adolescentes en la cama dormidos, o bueno, el menor se encontraba dormido, Beomgyu no podía conciliar el sueño y menos teniendo a Taehyun al lado de el abrazándolo por la cintura por debajo de su pijama.

Cuando dormía con su novio normalmente lo abrazaba, arriba de la pijama por supuesto.

Amaba que su novio lo besara y abrazara a cada segundo, se sentía realmente amado, pero a veces —sin darse cuenta el rubio— Taehyun llegaba a meter su mano por debajo de su ropa y le provocaba escalofríos, si, le gustaba, pero no sentía que su cuerpo fuese lo suficientemente lindo como para que su novio lo tocará.

Intento apartar lentamente la mano de Taehyun de su cintura pero fracasó al instante cuando el rubio se aferró más a su cintura acercándolo más a el.

—No te muevas —susurró con su voz ronca— No apartes mi mano.

—Deberías de estar dormido.

No obtuvo una respuesta verbal de Taehyun, pero si una física.

Su mano comenzó a acariciar su cintura, Beomgyu abrió sus ojos espantado ¿Debería de apartar su mano?, al inicio le incómodo que su cintura fuera tocada pero después de unos segundos comenzó a sentir su abdomen caliente, le gustaban mucho las caricias que le hacía Taehyun.

Dejo de darle la espalda, se había volteado para verlo a los ojos sin que el tacto terminará, Taehyun tenía sus ojos ojos cerrados y su respiración era lenta, a Beomgyu le gustaba admirar el rostro de su novio, en los últimos años las facciones de Taehyun habían cambiado drásticamente, cuando lo conoció recién tenía 13 años y tenía una cara realmente tierna, parecía un bebé. Cuando el rubio cumplió 15 años su novio se dio cuenta de todos los cambios físicos que comenzaba a tener, Taehyun era muy codiciado por persona en su colegio, aunque ya casi todos sabían de la existencia de su relación con Beomgyu poco parecía importarles pues a las chicas de último año les encantaba decirle algún piropo cuando lo veían pasar.