67: Me siento orgulloso de ti

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Yeonjun estallaba a carcajadas mientras que Soobin lo veía sin gracias alguna, solo estaba esperando el momento en que tuviera sus manos libres para poder asesinarlo con sus propias manos.

—Esto no me causa gracia.

—Créeme que a mí sí —Tomó un poco de aire antes de seguir hablando— Si no tuvieras tu camisa, ni el pantalón y estuvieras completamente desnudo ten por seguro que te verías mucho mejor.

Soobin le dio una pequeña patada a Yeonjun mientras esperaba pacientemente a que el mayor le quitará las esposas que tenía en sus manos.

—No estoy jugando contigo idiota, quítame esto.

La sonrisa de Yeonjun se borró inmediatamente y realizó un pequeño puchero. —¿Idiota? ¿Primero me decías amor y ahora me dices idiota?

—Si no me hubieras puesto las esposas no te habría dicho idiota, idiota.

Yeonjun negó con su cabeza. —No no, yo no te las puse. Recuerda como ocurrió todo, tu solito quisiste probartelas.

Soobin se había arrepentido completamente de haber sacado las esposas de la bolsa, al inicio solo fue un pequeño juego con Yeonjun dónde lo amenazaba diciendo que si no dejaba de besarle el cuello lo esposaria a la cama, Yeonjun pensó de otra forma lo que Soobin le había dicho así que siguió molestando al menor.

—Solo quería saber que tan apretadas y resistentes eran, tu tenías que ponertelas.

Yeonjun siguió riendo mientras veía a Soobin desesperado tratando de quitarse las esposas. Yeonjun aprovechó la situación y tomo una de las cajas que tenía sobre el escritorio.

Soobin observaba con atención al peli-azul, creyó que la caja tenía la llave de las esposas y por fin sería liberado pero se había equivocado completamente.

—¿Qué te parece usar esto? Ya tienes las esposas, el tapón le daría un toque extra.

Soobin se acercó lo más que pudo a Yeonjun y aunque el mayor creyó que recibiría un beso no fue exactamente lo que Soobin hizo.

—Eres un completo idiota.

Soobin elevó su rodilla y logró darle un golpe en la entrepierna a Yeonjun. El mayor soltó lo que tenía en sus manos y se quedó agachado durante unos minutos mientras el dolor desaparecía poco a poco.

Soobin busco entre las bolsas y cajas la llave de las esposas que tenía entre las manos, su plan inicial era encontrarlas y llevárselas a Taehyun para que el pudiera abrirlas pero después se dio cuenta de que era un pésimo plan.

Después de un tiempo en la alfombra, Yeonjun se puso de pie y se acercó a Soobin, saco algo de su bolsillo y le enseño las pequeñas llaves de color negro.

—Te doy las llaves, pero debes de hacer algo por mi.

Soobin negó. —No haré nada sexual contigo.

—No es sexual, no soy tan depravado. —Yeonjun tomo de la brazo a Soobin y lo llevo hasta la cama, Yeonjun se sentó y palmeó sus muslos ordenándole a Soobin que se sentará sobre el— Prometo no hacer nada que tú no quieras.

𝐽𝑢𝑒𝑔𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑜 • 𝒀𝒆𝒐𝒏𝑩𝒊𝒏  𝑻𝒂𝒆𝑮𝒚𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora