84: Mil besos

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La brisa golpeaba ligeramente el rostro de ambos, habían decenas de lugares en donde sentarse pero Yeonjun eligió la que estaba más cerca del lago.

El mayor sonrió al ver qué la pequeña marca que había hecho en la banca seguía intacta, Soobin miro la marca y mostró sus hoyuelos al ver el pequeño dibujo.

—¿Cuándo lo hiciste?

—Hace mucho, fue la primera vez que pude venir al lago con Beomgyu. —Empezó a señalar cada dibujo— El pequeño es Beomgyu, el que toma su mano soy yo, y la pareja de adultos son mis padres.

Yeonjun recordaba con exactitud el día que realizó el pequeño dibujo, su papá le ayudo un poco prestandole su pequeña navaja para que quedará marcado, lo hicieron a escondidas de Dalmi ya que si la mujer se llegaba a enterar de que estaban dañando propiedad pública se volvería loca.

—Supongo que esté lugar es especial para ti.

Asintió. —Es muy especial, solo vengo con mi familia. —tomó una pequeña pausa— Date cuenta de lo especial que eres, estás conmigo aquí.

Soobin sonrió y siguió observando el pequeño dibujo.

El peli-azul tomo una pequeña navaja que siempre llevaba consigo por seguridad propia, a pocos centímetros de su dibujo de niño colocó a una pareja tomados de la mano, al del lado izquierdo le puso las iniciales "CYJ" y al de la derecha le coloco "CSB".

—A ti te gusta dormir del lado derecho de la cama.

Los primeros días, más bien las primeras semanas, Soobin estaba convencido de que Yeonjun no cambiaría su actitud.

Creyó que las veces que le marcaban al chico para salir y bloqueaba los números eran solo trucos que hacía para demostrarle que estaba cambiando pero no era así, cuando tuvo su teléfono se dio cuenta de la cantidad de números que estaban bloqueados y de todas las conversaciones donde le ofrecían pasar una noche con él pero simplemente rechazaba las invitaciones.

Ahora se daba cuenta de que estaba totalmente equivocado.

Yeonjun estaba cambiando por él, los meses que llevaban tratando de ser algo le hacieron ver que el chico estaba poniendo todo de su parte.

Desde las flores, los mensajes de buenos días, las veces que va a su casa a cocinarle, cuando va a su trabajo a llevarle comida, cuando pasa por Taehyun ya que el no puede, hasta todas las veces que se queda con el hasta tarde ayudándole lo más que pueda en su trabajo.

A lo lejos Yeonjun vio un puesto de helados, a pesar de que el aire estaba presente los rayos del sol brillaban con intensidad.

—¿Quieres un helado?

El peli-negro asintió y se puso de pie, fueron microsegundos los que tuvieron que pasar para que Yeonjun tomará su mano y caminarán hasta el puesto.

Apenas llegaron, el peli-azul se sorprendió al igual que la señora.

—¡Junnie!

La mujer cruzó el pequeño puesto para poder darle un abrazo al chico.

—¡Dios mío! ¡Creciste tanto!

El peli-azul correspondío el abrazo pero se separó rápidamente. —Creí que ya estabas jubilada.

La mujer le dio un gran golpe al chico y le dijo una pequeña maldición. Sus ojos se posaron en el chico que estaba tímidamente detrás de Yeonjun y que parecía querer tomarlo del brazo.

Inmediatamente se colocó frente a él, Soobin en un inicio pensó en poner su típica cara de indiferencia pero realmente la mujer lo intimidaba con la mirada así que solo pidió ayuda con la mirada a Yeonjun.

𝐽𝑢𝑒𝑔𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑜 • 𝒀𝒆𝒐𝒏𝑩𝒊𝒏  𝑻𝒂𝒆𝑮𝒚𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora