39: Sábana

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Soobin no sabía que hacer, hace dos horas se había ido el chico y no podía dormir, se sentía un poco mal pero por lo menos ya podía estar de pie sin caerse.

El timbre de su casa sonó y se le hizo un poco raro, era demasiado tarde para que alguien viniera a buscarlo a él o a su hermano.

Abrió la puerta y vio a un señor algo mayor frente a el.

—Lamento mucho la interrupción a esta hora, pero vine a recoger a un chico a esta dirección y olvidó esto en mi automóvil.

El señor le extendió a Soobin el teléfono de Yeonjun y se despidió del chico.

—Espere, ¿Puede llevarme a dónde lo llevo a el?

El señor asintió y en pocos minutos ya se encontraba en marcha al gran bar, le contaba a Soobin que esas zonas eran demasiado transitadas de noche ya que la vida de esas personas era nocturna.

Soobin se dio cuenta de que habían llegado a esa zona cuando vio todos los establecimientos abiertos y decenas de personas caminando libremente sin temor a que les ocurriera algo debido a la hora.

El señor lo dejo frente a un bar donde entró tímidamente, por suerte apesar de la gran cantidad de gente encontró una mesa vacía, se sentó y pidió un vaso con agua.

Creyó que en su espalda tenía un letrero pidiendo que le hablaran, las personas comenzaron a acercarse a él en grandes cantidades.

Al inicio las rechazaba amablemente pero después ni siquiera les hablaba, siempre eran los mismos cuatro hombres pidiéndole que fueran a una habitación, el más insistente fue un señor que parecía tener más de cuarenta años.

El señor se le acercó y cuando estuvo a punto de tocarlo alguien más llegó para apartarlo bruscamente.

—El está conmigo, vete.

Tras unas cuantas maldiciones, el señor se fue. Yeonjun se sentó al lado de Soobin y lo miró totalmente enojado.

—¿Qué haces aquí? ¿Sabes lo que te hubiera hecho ese señor si yo no aparecía? Nunca más vuelvas a este lugar.

El peli-negro saco algo se su bolsillo y se lo extendió al mayor. Yeonjun miro lo que era, ¿Cómo es posible que Soobin tuviera su teléfono?

—El señor del taxi fue muy amable y lo regresó, eres muy despistado.

Yeonjun tomó rápidamente su teléfono y se puso de pie para jalar a Soobin del brazo, el menor ni siquiera tenía ganas para decirle algo así que simplemente se dejó guiar.

Yeonjun se detuvo en un lugar y le dijo un par de palabras a una chica, nuevamente lo tomo del brazo y lo llevo hasta una habitación.

—Te vas a quedar aquí, no quiero que salgas. ¿Me escuchaste?

—No eres nadie para ordenarme.

—Soobin esto no es un juego, las personas vienen a este bar para dos cosas: beber y tener sexo. Tu no sabes beber y mucho menos vas a tener sexo con alguien aquí, la única forma de que nadie te note es quedándote en esta habitación.

—¿Y que si quiero beber?

Yeonjun se sentía frustrado, se supone que esa noche la disfrutaría al máximo pero ahora estaba de niñero de un chico veinteañero.

—Esta bien, hazlo, pero no vengas a buscar mi ayuda cuando te metas en problemas.

Yeonjun salió de la habitación dándole un gran golpe a la puerta, camino por todo el pasillo y se detuvo donde estaba Suzy viéndolo con una sonrisa.

𝐽𝑢𝑒𝑔𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑜 • 𝒀𝒆𝒐𝒏𝑩𝒊𝒏  𝑻𝒂𝒆𝑮𝒚𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora