66: Soy yo a quien besas

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—Tu que opinas, ¿El negro o el rosita?

Yeonjun miraba el estante tratando de elegir lo que llevaría a casa, habían bastantes opciones pero no sé decidía por cuál llevar.

—Toma el que sea y ya vámonos.

Soobin en un inicio se había negado completamente en entrar a la tienda, sentía que todo mundo lo veía y también tenía miedo de que alguien lo llegara a reconocer y creará algún escándalo.

—No tomaré cualquiera. Jun merece un buen regalo, así tiempo me había dicho que quería uno de estos pero que no lo encontraba.

—Lo pudiste haber pedido en internet —hablo frustrado— Condujiste dos horas solo para venir a ver objetos extraños, es un desperdicio de tiempo.

—No son objetos extraños, se le conoce como consoladores.

Con tan solo escuchar la palabra, Soobin empezó a ponerse nervioso. Yeonjun le había dicho que lo llevaría a un lugar para distraerse un poco se todo el trabajo, Soobin emocionado creyó que sería un lugar lindo, algo como una cita pero su sorpresa fue cuando vio un gran letrero en letras de color rojo que indicaba la llegada a una sex shop.

Yeonjun seguía buscando un regalo para su amigo, pero también había llevado a Soobin para tratar de convencerlo y que se llevará algo de la tienda.

Soobin estaba justo detrás de Yeonjun, veía todo lo que hacía el peli-azul y rezaba para que tomara algo y se fueran rápido.

—Mi amor, ¿Puedes ir al pasillo tres? Escoge el color más bonito y lo traes.

Soobin negó rápidamente. —No iré yo solo, ve tu o acompáñame.

Yeonjun suspiró mientras rodaba sus ojos, tomo el consolador que se le había hecho más llamativo y lo colocó en la pequeña canasta que traía Soobin en sus manos.

Automáticamente cuando Yeonjun colocó el consolador en la canasta, Soobin la dejó caer y se limpio las manos con su ropa.

—¡Oye! —tomó las cosas y las volvió a colocar en las manos de Soobin— Ni siquiera lo tocaste. No sueltes la canasta.

Soobin tragó saliva, nunca creyó entrar es este tipo de tiendas y mucho menos llevar en su mano una larga figura que ayudaría al placer de muchas personas.

Yeonjun camino apresuradamente hasta el pasillo número tres, Soobin lo seguía tímidamente a paso rápido mientras trataba de no hacer contacto visual con otras personas.

La cantidad de colores que Soobin encontró en los objetos era impresionante, creyó haber encontrado más variedad en esa sex shop que en cualquier tienda de ropa.

—Tus colores favoritos son el celeste y el amarillo, ¿Verdad? —Soobin asintió tímidamente— A veces prestar atención en los detalles pequeños te da grandes ventajas.

La escena paso lentamente en los ojos de Soobin, pareciera que el tiempo se detuvo cuando vio como el chico frente a el agarro un par de esposas de ambos colores que había mencionado anteriormente.

Soobin forcejeo un poco con el chico, de ninguna manera llevaría esposas de peluche. Yeonjun terminó por ganar la pelea, colocó las esposas en la pequeña canasta de Soobin y lo tomo de la mano para caminar hasta la caja.

—No te avergüences, se usarán cuando estemos formalizados —susurró en el odio del peli-negro.

Soobin se quedó en silencio, ni siquiera podía hablar de la vergüenza que tenía. La señorita de la caja amablemente les ofreció otro tipo de productos pero Yeonjun negó, las esposas eran más que suficientes para Soobin.

𝐽𝑢𝑒𝑔𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑜 • 𝒀𝒆𝒐𝒏𝑩𝒊𝒏  𝑻𝒂𝒆𝑮𝒚𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora