Kayla
Habíamos llegado a casa de Jacob después del instituto y tuve que hacer el almuerzo, los padres de Jacob no había dejado de comer y él ya tenía bastante hambre.
Cociné macarrones con tomate y queso fundido, cuando terminé, llevaba los platos a la mesa del salón y nos pusimos a comer.
Jacob ya estaba poniendo una mala cara, mientras estaba comiendo, el dejó el tenedor en el plato y me miró enfadado.
—¿Aún no sabes hacer la receta de mi madre? ¿Eres tonta?—preguntaba de malas maneras señalando el plato.—
Actuaba nerviosa por sus malas formas, no le había gustado mi comida, otra vez.
—Jacob, acabamos de venir al instituto y me encuentro hoy mala, ¿por qué no valoras qué te hice la comida?—
—No tengo que valorar nada por que eres mi novia, ¿me oyes?—hizo una señal señalando a su oído y me miraba con sus ojos azules enfurecido.— Eres mi puta novia, no es para valorar nada, es tu deber.—
Me quede callada mientras tragaba saliva sintiéndome asustada ante la situación, no quiero que se vuelva a poner agresivo y decidí callar.
Decidí seguir comiendo sin mirarle al rostro y él prosiguió comiendo.
Suspiré profundamente mientras comia pero dejé de comer, sentía que se me cerró el estómago.
—¿No comes?—preguntó.—
—No tengo más hambre, voy a subir al cuarto para seguir estudiando.—
Se quedó callado mientras asintió y me levante de la silla para subir a las escaleras pero por un segundo me detenía.
—Jacob, se me olvidó decirte, este viernes salgo con mis amigas de fiesta ¿vale? Pero el sábado quedamos.—dije mirándole por segundos, y subia las escaleras para ir a su cuarto.—
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Habia pasado casi una hora que estaba haciendo deberes, fue ahí Jacob entró y cerraba la puerta.
—Este viernes no sales a ningún lado.—
Me detenía de repente girando mi mirada a Jacob.
—¿Cómo?—
—Que no vas a salir más de fiesta, Kayla, ¿cuántas veces ya te he dicho que no vas a salir más con tus amigas?—
—Jacob, no empecemos, yo quiero salir con mis amigas.—
—Pero yo no, ahora estas conmigo y no vas a salir más.—
—Jacob, no quiero discutir..—
—Levántate.—
Tragaba saliva mientras miraba a Jacob asustada por lo que dijo.
—O te levantas o te levantó yo.—
Me levantaba rápidamente colocando una mano sobre el escritorio, estaba temblando, no sabia que iba hacer.
—Quítate la camiseta y el tanga, ahora.—
Respiraba profundamente mientras miraba a Jacob temblorosa.
Jacob estaba enfurecido por la conversación que estábamos teniendo.
Me quitaba la camiseta lentamente dejando mis pechos descubiertos y me bajaba el tanga, solo tenia puesta una falsa corta de color negra, acto seguido, Jacob me señalo el suelo pero yo no quería tumbarme.
Jacob me agarró de mis manos siendo bruto y me tiraba al suelo, lo cuál, me hizo daño a la espalda y quería llorar.
—Puta.—dijo con rabia mientras se desnudaba y yo me ponía a llorar tapando mi rostro con mis manos.—