Me encontraba en la casa cuando terminé de entrenar.
Ya me quedaba un mes para el entrenamiento contra Malcolm.
No estaba nervioso, al contrario, me sentía seguro de sí mismo y estaba contento por ello, sabía que no iba a perder.
Iba a ganar.
Él nunca fue un buen boxeador y Oliver no es mal entrenador pero no es mejor que Philip.
Estaba sentado en el sofá mirando la tele cuando sonó la puerta de mi casa y desvíe mi mirada.
Decidí levantarme para abrir la puerta y cuando la abría sonreí de inmediato.
Era mi hermana con un carrito de bebé.
Me quedaba mirando atónito por que estaban en mi puerta, ambos.
Les dejaba paso para que entrarán y Jéssica me saludó con una sonrisa amplia al igual que yo a ella.
Cerraba la puerta dándole paso y me dirigía al salón con ellos.
-¿Has traído a Ian?-pregunté mirando al bebé emocionado desde su carrito y lo señalaba.-
-Si, ¿O no lo ves?-preguntó de forma borde por algo evidente y soltaba el carrito mirándome.- Ahora está dormido.-
Me asomaba despacio mirando al bebé, ya tenía un tamaño considerado pero era pequeñito y tenía el cabello de color marrón oscuro como el mío.
Sonreía de felicidad a ver a mi hermano y miraba a Jéssica.
-Se parece a mí, lo sabes ¿no?-
-Eso dice mamá, pero lo dudo mucho.-
-Pues no lo dudes, mamá tiene razón.-me cruzaba de brazos mientras reía levemente mirándola a sus ojos.- ¿Cómo se encuentra mamá? ¿Por qué no ha venido?-
Jéssica suspiraba levemente, empezó a tocar su cabello y parecía preocupada por ello.
-Mamá tiene depresión, Dalton.-
-¿Qué? ¿Qué tiene depresión?-
-Si, al parecer es al haber tenido al bebé.. nos dijo el médico que se llamaba depresión posparto.-
-Pero Ian ya tiene seis meses.-
-La depresión no tiene un tiempo específico, Dalton, se encuentra todo el tiempo triste y apenas sale de la cama.. el niño la mayoría del tiempo está conmigo o Robert cuando termina de trabajar.
-Algo tenemos que hacer.-
Jéssica suspiraba mirando a otra parte de la casa.
-Pues no lo sé.. no quiere ver a nadie.-
-A lo mejor si voy a verla yo se animará.-
-Pues ojalá, y además eres su hijo favorito.-
-No digas tonterías, Jéssica, mamá no tiene favoritos.-
Alzó sus cejas mirándome de repente fijamente sin creerme nada e hizo una mueca.
-Iré a verla, ¿vale?-
-Vale..-dijo colocando su cabello hacia un lado y me miraba un poco entristecida.- ¿Y tu nueva novia?-
-Está trabajando, hasta la noche no vendrá.-
-¿No salías con una tal Kayla?-
-Si pero la dejé.-
-Mejor, no me caía bien.-
-Solo la viste una vez.-
-Bueno, si la dejaste es por algo, ¿no?-
-Kayla no es mala persona pero a veces las relaciones.. se complican, Jéssica.-
