Era sábado por la noche cuando ya estaba terminando de recoger la cafetería.
Me sentí de bajón por qué Eva no estaba.
Pero que podía esperar, ella tiene su vida y no va a cambiarla por qué seamos amigos.
Como ya dije, ella se merecía lo mejor y si Riley lo es prefiero que se quede con él.
Aunque no puedo mentirme a mi mismo, ella me gusta, e incluso puede que este sintiendo algo por ella, pero no estoy seguro.
No quiero mezclar ambos sentimientos que son totalmente distintos.
Colocaba una mano sobre mi cabeza sintiéndome agobiado por mis pensamientos y respiraba hondo.
De repente alguien entraba a la cafetería, le dije que ya estaba cerrado y alcé la mirada.
Era Eva.
Eva estaba en la cafetería y me quedé descolocado por su presencia.
Ella parecía molesta o lo estaba, no lo sé.
Me miraba con indignación apretando su puño y la miraba entre abriendo mis labios, sintiéndome fuera de lugar.
-¿No estabas en Manhattan?-
-Si pero me he vuelto antes.-
-¿Que te ha pasado con Riley?-
-No me ha pasado nada con él, el problema esta vez a sido yo.-
-No te entiendo..-
-No te entiendo a ti, ¿por qué tú..?-
-¿Qué?-
Eva rodaba sus ojos con pesadez ante la situación y daba unos pasos hacia a mi.
-Me he venido por ti, por qué no puedo estar engañandome a mi misma.-
-¿A que te refieres?-
Eva parecía nerviosa, se lamia sus labios mientras desvío su mirada de un lado a otro.
-Es que pareces otro Dalton, otro Dalton al que conocí y me has creado dudas en mi, en mi relación, en todo.-hablaba con indignación mientras se señalaba a si misma.- Yo te había superado y de repente la vida o el destino te hace ponerte en mi camino y veo qué eres otro Dalton, y me jode aún más por que has descolocado mi vida.-
Dejaba la escoba hacia un lado, acercándome a ella, quería tranquilizarla y que pensara las cosas con frialdad.
-Eva, yo no quiero interferir en tu vida.-
-Pero ya lo has hecho, has.. has roto todos mis esquemas.-dijo molesta contra mi mientras me señalaba y suspiraba.- ¿Por qué no has podido ser como eres ahora.. en el pasado?-
No sabía que decirle exactamente por qué parecia enfadada.
-¿Por qué me cuidas más que nunca?
Estás atento a mí, te preocupas, lo de la rosa.. no te entiendo, Dalton, yo te había superado.-
-Lo hago por que me importas, y por qué eres mi amiga.-
-Ya, el problema es que yo no te veo como un amigo.-
-Muy bien por qué yo tampoco.-dije siendo impulsivo y ella dejaba sus labios entre abiertos por lo que dije.-
Cerré los ojos intentando procesar lo que le dije y suspiré levemente.
Dalton, piensa las cosas antes de decirla.
Volvía abrir mis ojos mirándola fijamente a sus ojos gentilmente.
-No puedo verte como una amiga por que me gustas, y es mas que eso, Eva, me importas de verdad.-
-¿Por qué ahora, Dalton?-preguntó dando un pequeño berrinche, como si fuera una niña pequeña y tenía su ceño fruncido, estaba totalmente molesta.-
