Había tenido un día largo sin que Kayla me hubiese llamado.
Ni por la mañana.
Ni en el trabajo.
Ni en el gimnasio.
No hizo nada.
A veces pienso si siempre será esto con Kayla, cada vez que se enfada, desaparece.
No es mi culpa si Eva apareciera en aquella tienda de casualidad.
Entiendo que se pusiera celosa pero al menos podría hablarlo o expresarlo conmigo, no ignorandome, por qué entonces parece que no le importo una mierda.
A mi ella si me importa, cada día más, no quiero que nada malo le pase, incluso hice lo de la piscina por ella.
No lo hubiera hecho por nadie, ni si quiera lo hice por Eva.
No entiendo porqué Kayla no asume las peleas en pareja hablando, simplemente me ignora.
Eso me duele.
******
Fui un poco antes del trabajo a su universidad para recogerla y me quedaba esperándola.
Ella salía al rato junto a Vanessa hablando hasta que se dio cuenta que estaba yo, luego volvió a mirar a Vanessa, algo le estaba diciendo, su amiga también me miró y ella se fue.
Kayla andaba hacia a mi hasta ponerse en frente mía.
—¿Que haces aquí?—preguntó.—
Me quedé callado, estaba molesto por su reacción y miraba al suelo.
—Mejor me voy.—
—¿Que pasa?—
—¿Que que pasa? Que llevas un día sin hablarme e ignorandome, vengo aquí para verte y me dices que que pasa.—dije enfadado con ella mientras actuaba sorprendido por su ignorancia.—
—Estaba enfadada Dalton, yo no tenía que llamarte.—
—Ah, ¿y yo si?—dije de repente, pero sacudía mi cabeza y dejaba de apoyarme en mi moto poniéndome mas serio.— Kayla ¿Esto siempre va ser así? Tu te enfadas, no me dices nada, me ignoras y yo tengo que estar detrás de ti ¿no? Por qué si es así olvídate, dejamos lo que tenemos y se acabó.—
—Ah, claro, ahora lo quieres dejar ahora que te has acostado conmigo.—dijo ahora estando ella molesta y se reía con ironía.—
—¿Crees que solo te he utilizado para eso?—
—Por lo que me estás diciendo, parece que si.—
—Eres imbecil, Kayla.—dije con rabia por lo que dijo y ella me miró cabreada por el insulto.— Si solo te hubiera querido para un polvo, ni hubiera hecho aquella sorpresa.—
—Y yo te lo agradezco, pero no estoy entendiendo está discusión.—
—Esta discusión es por qué no hablas las cosas que te molestan, somos una pareja, Kayla, joder.—
—¿Que somos una pareja?—
—¿Ah, no? ¿Entonces que somos?—
Kayla de repente le sonaba el móvil y lo cogía de inmediato, me quedaba observando a lo que ella decía y colgó.
—Es Malcolm, voy a ir a verle.—
Suspiré.
—Súbete que te llevo.—
—No, Dalton, iré en mi coche.—
—Kayla.—dije insistiendo nuevamente y ella suspiró.—
