Tracy
Ya habían pasado dos semanas desde el juicio.
La peluquería ya era mía aunque la cerré y el dinero estaba a mi cuenta.
Me encontraba en el aeropuerto esperando a mi padre.
Miraba por todas partes ansiosa para ver dónde estaba, y acentuaba mis ojos a un hombre alto con el pelo negro, y su nariz larga y delgada.
Empecé a reírme de la emoción mientras observaba a mi padre de lejos e iba hacia a él corriendo.
Mi padre soltó la maleta para venir hacia a mi y nos abrazamos mutuamente.
Le apretaba tan fuerte para ver si era real, y lo era.
Empecé a llorar entre sus brazos por qué al fin lo tenía de cuerpo presente.
Mi papá me besaba la cabeza mientras me tranquilizaba, poco a poco nos despejamos del uno del otro mirándonos fijamente a los ojos y sonreí con las lágrimas caídas en la mejilla.
Mi padre estaba llorando pero se limpiaba rápidamente.
Tenía una sonrisa tan hermosa que me hacia querer llorar más pero me contenía.
-Papá te quiero muchísimo, muchísimo, muchísimo.-dije sosteniendo sus manos sin querer soltarle, mientras le sonreía contenta y él me miraba sonriendo también.-
-Mi amor, te echado muchísimo de menos.-
-Y yo a ti, papá.-se me quebraba la voz al oírlo, intentaba disimular por ello.- No me creo que estés aquí, no me lo creo.-
Mi papá sonreía como un ángel y me volvía abrazar dándome un beso en la mejilla, luego se volvía apartar y paso su mano por mi mejilla.
-Estás muy linda, Tracy, se te ve distinta.-
-Han pasado dos años papá, desde que no nos vemos.-
-Pero estás muy linda, amor, ya eres una mujer.-
-Ay, papá.-
-¿Como te encuentras? ¿Cómo estás?-
-Ahora estoy muy feliz de tenerte aquí, conmigo.-
-Y no nos vamos a separar nunca, papá, nunca.-
Él empezó a negar rotundamente quitándose aquella idea de la cabeza y se reía divertido por ello.
-He comprado una casa para que vivas ahí, y para que traigas a Rosana contigo.-
Mi padre desvanecía su sonrisa pero seguía feliz de tenerme frente a sus ojos.
-Rosana no se vendrá, hija, ella tiene su hija allí y no quiere separarse de ella.-
-¿Por qué no se vienen las dos? Podríamos ser una familia.-
-Por su papá, Tracy, su papá también tiene derecho a verla.-
-Pero..-
-Tracy, las familias son complicadas y tu mejor que nadie lo sabes.-
-Lo sé..-
Mi padre escondía sus labios observándome y volvía a suspirar.
-Pero me alegra saber que te has convertido en una chica generosa, quieres ayudar a la gente y eso me gusta que haya crecido ese sentimiento en ti.-
-Ayudo a los que quiero papá, a lo que veo que me quiere y quería ayudarte por qué Rosana te hace feliz..-
-Ella me hace feliz, pero es su decisión y hay que respetarla.-