Mi jefe del trabajo me llamó para ver que me había pasado el sábado, le solté una mentira y por suerte me creyó, pero tuve que trabajar el domingo.
Cuando llegué del trabajo, en la noche, llegué a casa cansado.
Ni si quiera cené, solo me había duchado y me tumbe en la cama en boxer.
Me puse a pensar en Kayla.
¿Por qué ella es asi?
Parece como bipolar, en unos momentos puedes hablar con ella de todo y en otros momentos le molesta por una absurdez que diga.
Me desconcertaba, me creaba dudas.
Pero luego me ponia a pensar en sus bellos ojitos, sus azules grisáceo, esos labios gruesos y su cabello, su cabello tan bonito.
Mac tenía razón, es muy guapa, y no me he fijado lo qué tenía delante.
A veces pienso que Kayla yo también le gusto a ella pero en otras veces solo me trata como un amigo.
¿Que deberia de hacer?
Ella se salio del restaurante para hablar conmigo pero no lo hicimos por Dylan.
No sé que tendría que hacer pero mis ojos se estaban cerrando y yo solo quería dormir.
******
Estaba en el gimnasio saltando la comba cuando Malcolm había ganado el combate y todos le aplaudían por su victoria, ahora era la nueva estrella del gimnasio.
Él simplemente sonrió a todos pero no se le veía contento del todo.
Se dirigía hacia al cuarto baño, yo paraba de saltar la comba, dejaba tirar la cuerda y me dirigía hacia al baño.
Mac estaba mirándose al espejo pero me miró a mi al notar mi presencia.
-Hola, Dalton.-
-Hola, campeón, ¿como estás?-
-Estoy bien, gracias.-dijo mostrándose frío ante mi mientras se quedaba mirándose al espejo.-
Fruncí el ceño con poca credibilidad a su respuesta, me cruce de brazos.
-No te noto bien.-dije.-
Malcolm se quedó callado bajando su mirada al lavabo, parecía estar ocultando algo.
-No, no lo estoy.-
-¿Que te pasa?-
-Mi madre tiene cáncer.-
Me quedé helado.
Dejaba mis labios entre abiertos, descolocado a su respuesta, pero volví a cerrar mi boca, sintiendo pena por Mac.
-Lo siento muchísimo, soy tonto, de verdad.-
Negaba sin mirarme a la cara, parecía que quería llorar pero estaba guardando sus sentimientos.
-No le queda mucho tiempo, se va a morir.-dijo con la voz quebrada, iba a explotar de un momento a otro, me empecé a acercar a él lentamente.- Se va a morir.-
No sabía como actuar a este tipo de situaciones, decidí mantenerme callado y poner una mano en su espalda en forma de consolación.
-Yo no sé como a seguir adelante.-
-Vas a seguir hacia delante, Oliver está contigo.-
Malcolm se le escapaba unas lágrimas rápidamente pero se limpió, y asintió su cabeza.
-Oliver siempre ha sido conmigo como un padre, pero no es lo mismo Dalton..-
Malcolm se giró para mirarme, teniendo sus ojos rojos, ya habia llorado de antes.