Kayla le deseo suerte a Malcolm por su combate, pero ella no podría ir a verle de combatir, le quedaba poco para terminar el curso y Malcolm la comprendió.
Pero nos dirigíamos a Las Vegas en avión junto a tres chicos más del gimnasio, no quería que Malcolm estuviera solo en este proceso.
Estaba subido en el avión a su lado, y me estaba quedando dormido pero Malcolm me despertó con preocupación en su cara y le miré adormilado.
—Dalton, no te he contado una cosa.—
—¿Que cosa?—
—Los chicos del gimnasio me dijeron que Oliver quería venir como mi entrenador a mi combate pero yo le dije que no, es decir, que le dijera que no de mi parte.—
Me quedé en silencio poniendo una mano sobre mi barbilla mirándole a los ojos.
—Yo creo qué él tendría que haberte en representado en vez de haberlo hecho yo.—
—¿De verdad me estás diciendo?—dijo indignado.— ¿Ya no te acuerdas lo que te hizo a ti?—
—No es lo mismo, a ti quería protegerte, yo estoy acabado.—
Malcom se quedó callado sintiéndose culpable por haberle sacado el tema y agachó su mirada al suelo.
—¿Y tú que harás, Dalton? ¿Seguirás siendo mi entrenador?—
—No, abriré algún negocio por mi cuenta.—
—¿Un negocio? ¿Con qué dinero?—
Empecé a reírme sarcástico sin mirarle a la cara y negaba.
—El Moreno va a pagarte diez millones de dólares, ¿o no lo sabías?—
—¿Qué?—
—A mi me contaron también algo los chicos del gimnasio.—hice una pausa repentina.— Uno de ellos, me contó que Oliver habló con El Moreno, y que el solo acepto boxear contigo si luego boxeaba conmigo, y que te ofrecía diez millones, le daba igual si perdieras o ganarás.—
—¿Tu le crees algunos de estos?—
—Malcolm, me mandó un audio, estaba grabando a Oliver para que me lo creyera.—le miraba de repente, con naturalidad.— Tu te quedarás con siete y yo con tres millones.—
—Siete millones es mucho.. Lo justo sería la mitad para ambos, cinco y cinco.—
—Yo no voy a boxear con él, tu si.—
—Pero me has entrenado en estos dos meses, te lo mereces.—
—No, no voy hacer eso, y si me sigues dando la contraria cuando aterricemos, cogo un avión y me largo.—
Malcolm se dio por vencido por mi propuesta y me quedaba mirando por la ventana.
El dinero para mi era lo que menos me importaba en este momento, solo quería que Malcolm peleará y volvernos a casa.
Pero con ese dinero puedo cambiar mi vida, desaparecer de aquel barrio y comenzar una nueva vida junto a Kayla.
Irnos a vivir juntos, tener una familia, tener una vida normal sin dramas ni tragedias de por medio.
*******
Habíamos llegado a Las Vegas, ya era la segunda vez que había estado.
Nos dirigíamos directamente al hotel que nos instalabamos y nos metíamos en la habitación.
Los tres chicos que vinieron dormiría en una habitación.
Malcolm y yo en otra.
El combate le quedaban dos días, porque mañana sería la rueda de prensa, la presentación de los boxeadores.