Salía del gimnasio corriendo porqué Jéssica me llamó para decirme que ya estaba en El Bronx.
Iba a recogerla a la estación de buses pero me tropezaba con alguien y me di cuenta de que era Dylan.
Le toque del brazo preocupado por el golpe al chocarnos y me quedaba mirándole.
-¿Estás bien? ¿Que haces por aquí?-
Dylan me sonrió de pocas ganas mientras negaba lentamente.
-Estoy bien, he ido a buscarte.-
-¿Y eso porque? ¿Te ha pasado algo?-
-Es que...-dijo avergonzado bajando su mirada por instantes e incluso hacia una mueca.-
-Suéltalo ya, tengo que irme.-
-Necesito cien dólares.-
-¿Cien dólares? ¿Para qué?-
-He gastado más dinero de la cuenta este mes... y no me llega para el alquiler.-
-¿Pero en que te lo has gastado?-
-Alcohol y.. antidepresivos.-
Fruncí el ceño mirándole a su cara, es cierto que tenía grandes ojeras y estaba desmejorado, como más delgado aún.
Le tocaba la cara fuertemente sintiéndome enfadado ante su actitud.
-Deja de hacer el tonto, Dylan.-
-Estoy mal, y encima me han echado del trabajo.-
-¿Cómo?-
-Si, me echaron de la oficina por faltar tantos días seguidos y ahora nose donde encontrar otro trabajo por aquí, a menos que me vaya fuera de aquí.-
Soltaba su cara lentamente mas preocupado que antes.
-Podrás buscarte otra oficina, Dylan.-
-¿En este sitio? Lo dudo.-
Suspiraba profundamente intentando mantener la calma.
-Mira, voy hablar con Philip para ver si puede meterte como limpiador en el gimnasio, y te daré el dinero que te haga falta pero tienes que prometerme que vas a mejorar.-
-Intentaré, Dalton.. pero cada día que me levantó de la cama es como.. una lucha, luchar por vivir y no tengo fuerzas.-
-Y de eso se trata la vida, luchar, Dylan, la vida te pone obstáculos para que las supere y tu eres fuerte.-
Dylan parecía negar entristecido, con ganas de llorar y de repente le abrazaba, no soportaba verle de esa forma.
-Ninguna tia va a poder hundirte ¿me has oído? ninguna, Dylan, yo voy a estar aquí para lo que necesites.-
Dylan se quedaba callado pero parecía sentirse mejor entre mis brazos y eso me aliviaba.
Me desquitaba lentamente de Dylan mirándole a sus ojos, y le sonreí para que se animase.
-Vente conmigo, voy a recoger a mi hermana.-
-¿A tu hermana?-
-A Jéssica ¿no te acuerdas?-
-¿Como me voy acordar? Hace años que no la veo.-
-Pues hoy la vas a ver, venga.-
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Decidimos ir en taxi a recoger a mi hermana porque en moto evidentemente no íbamos a caber.
Saludamos a mi hermana, aunque Jéssica no se acordaba de Dylan ni Dylan tampoco de ella.