Capítulo 26

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Kayla

Me levanté por la mañana, desayunando cereales con leche actuando normal, pero yo no podía seguir asi.

Dalton ayer me había besado, y por dentro estaba muy pero que muy contenta de que lo hubiera hecho.

Podría haberle mostrado mas apasional con él, demostrarle que también le tenía ganas, pero desde que tengo ese problema.

Reprimir mis propios sentimientos y ser apática no es una buena combinación.

Y la pastillas para dormir me quitan mucha energía, ahora me siento frustrada.

Quiero mostrarme mas cariñosa, Kayla, puedes hacerlo.

El problemal es que la antigua Kayla está metafóricamente como en el fondo del océano o en un pozo sin salida.

Me cuesta mucho expresar mismo sentimientos, no es por miedo a enamorarme, es un problema psicológico.

Tal vez retomar las terapias con mi psicóloga no sería mala idea, quise dejar ir para continuar una vida normal.

Decirle a un chico de que vas al psicólogo y ya te miran como una loca.

Así me sentía, como una loca, pero no es mi culpa que me provocaran estos traumas a mi.

Me esforzaré por mi cuenta para mostrar mas mi sentimientos hacia Dalton.

******

Estaba en hora libre, me encontraba sentada junto a un árbol almorzando un sándwich vegetal, hoy estaba sola, Vanessa no había venido pero Manson no tardó en hacerme compañía.

Estuvimos hablando sobre un trabajo que teniamos que exponer de historia, me sabía mal por Manson por qué su aprobado dependía de mi y ahora tenía casi todas las tarde a Tamara en mi cargo.

-Haré el trabajo y tu lo expones el día que nos toca.-

-No me parece bien, nos mandaron treinta paginas para hacer, con imágenes incluidas, te vas a volver loco con los exámenes incluidos.-

-Yo no estoy trabajando, tengo mucho tiempo libre.-

-Pero no me parece justo.-

-Pues hagamos una cosa, vente el sábado a mi casa y lo hacemos juntos.-

Manson... no soy tonta, pensé.

-El sábado no sé si podré.-

-¿Y el domingo?-

-Comeré con mis padres.-

Suspiró desilusionado por cada respuesta negativa que le daba y forzaba una pequeña sonrisa.

-Pues lo haré solo.-dijo fingiendo que no le importó y se reía incluso.-

Di un bocadillo al sándwich mirándole y Manson se reía mirando mi boca.

Él paso sus dedos por mi labios, limpiando algún resto de comida que tendría.

Eso fue incómodo, quitaba su mano con sutileza, y Manson se reía.

-Es qué tenías..-dijo señalando su boca mientras intentaba hacerse el gracioso y negué.-

-No importa.-

Dejé de comer por completo, justo cuando el timbre sonó para volver a última clase.

Había algo en Manson que no me gustaba.

No era como Malcolm, se que yo le gustaba pero nunca ha hecho nada para incomodarme o sobrepasarse conmigo, pero Manson, en el autocine, se pegaba más a mi y a veces pasaba su mano por mi pierna.

Un Golpe Duro 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora