Capítulo 30

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Me encontraba tumbado en la cama después de haber pasado aquella terrible y traumatica tarde en la cafetería.

Ya se había hecho de noche, y Kayla hizo de cenar sopa caliente.

Me hicieron sentir un terrible dolor de cabeza por la pelea y por eso ahora estoy tumbado en la cama.

Fue mi madre la primera en decirme que me acercará a mi padre y luego comienza a pelear, no entendí porque hizo eso.

A la única persona que vi cilivizada fue mi padre y eso me sorprendió de él.

Pero mi hermana empezó a atacar a Kayla por un estúpido nombre, joder, ya tiene casi veintiocho años para actuar como una niña pequeña.

Y mi madre parecía como celosa al saber que mi padre tenía novia.

¿Que le importaba ella?

Me sentí decepcionado ante lo que ocurrió y además delante de Kayla, me sentí totalmente avergonzado.

Observe que Kayla entraba a mi cuarto con una sudadera negra y un tanga de color blanco.

Ella se tumbaba a mi lado rápidamente y se quedaba mirándome.

-¿Te encuentras mejor?-

Asentí lentamente mirándola y suspiré.

-Perdón por lo que has tenido que presenciar y por lo de mi hermana.-

-Yo te dije que no era buena idea que fuera..-

-Si que la era, pero mi familia son unos incivilizados, no es tu culpa Kayla.-

Kayla se quedaba callada, pasando su mano por mi cuerpo y suspiró.

-A mi me han caído bien.-

-Kayla, no hace falta mentir.-

-No miento, me cayó bien tu padre y tu madre, ellos fueron educados conmigo.-

-Pues no tendrás que aguantarlos porque no quiero volver a saber más nada de ellos.-

-No digas eso, son tus padres.-

-Dejé de tener padres hace mucho tiempo, Kayla.-

-Volverás hablar con ellos tarde o temprano.-

-No, nunca más y menos con mi hermana, es una niñata inmadura, siempre lo fue.-

-Ya, Dalton.-dijo Kayla para que parase mi cabreo y pasaba mi mano por mi rostro.-Olvidemos el tema.-

Asentí lentamente cerrando mis ojos, Kayla de repente se colocaba encima de mi y me besaba lentamente.

Le seguía el beso de la misma forma, acariciando su cabello.

-¿Quieres que te calma?-preguntó ella sonriendo de forma coqueta mirándome a mis ojos y sonreí de lado.-

-¿De qué manera?-

-Como se calman a los niños grandes.-

Reí levemente sabiendo a que se refería y Kayla subía mi camiseta para quitármela.

La ayudaba dejándome hacer hasta dejarme desnudo la parte de arriba.

Kayla besaba mi torso cálido lentamente bajando hasta la parte de abajo, con tranquilidad desabrochó mis pantalones y los bajaba junto a mis bóxer.

Me quitaba todo al completo dejándome desnudo del todo y Kayla se colocaba mejor a la parte de abajo.

Ella se quedaba mirando mi miembro mientras comenzó a masturbar mi pene de arriba abajo, hasta estar excitado y luego metía mi miembro dentro de su boca.

Un Golpe Duro 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora