Dalton
Estaba tomando un jugo natural de naranja que me había preparado yo mismo mirando tras los ventanales.
Era por la mañana y tenía que ponerme a buscar entrenador.
Escuché de repente el timbre y dejaba el vaso sobre la mesa, aceleraba mi paso para ver quién era hasta llegar a la puerta y abrirla.
Cuando la abría, recibía un puñetazo en la cara y me tapaba la dará después de recibirlo dando un grito de dolor.
Esa fuerza no la había conocido antes en mi rostro.
Cuando me quite la mano me di cuenta de que era Philip y dejé mi boca abierta.
-¿¡Pero que estás haciendo!?-grité enfurecido por su forma de reaccionar en contra de mi y me contenía la rabia que sentía.-
Philip entraba a mi casa sin pedir permiso, podía notar que estaba enfadado con lo que hizo y me quedaba mirándole sin entender que estaba haciendo aquí.
-Y más fuerte debería de haberte pegado.-
-¿Pero por qué? ¿Que haces aquí?-
-¿Tu has visto las noticias, Dalton?-
-¿Que tengo que ver?-
-Malcolm ha salido en la televisión diciendo que quiere combatir contigo pero como no tienes entrenador, la gente cree que te estás echando para atrás del boxeo.-
-¿Cuándo ha sido eso?-
-Anoche y ahora mismo seguro que lo estarán pasando por la tele.-
Dejaba de tocar mi nariz, aún sentía dolor pero no tomaba importancia tras lo que me estaba diciendo Philip.
Me dirigía al salón encendiendo la televisión con el mando y pasaba de canal hasta que vi el rostro de Malcolm.
Malcolm se le veía amenazante, distinto y más fuerte que las últimas veces.
Ese payaso me estaba retando a pelear con él.
Miré de repente a Philip sintiéndome fuera de lugar ante este asunto tan confuso.
-¿Cómo se atreve a hablar de esa forma de mi? Con superioridad.-dije sorprendido señalando la televisión mientras miraba a Philip buscando una respuesta.-
-Por que perdiste el combate con Ricardo y se cree que tiene el poder de ganarte, no vamos a permitir eso.-
Solté una risa irónica dejando el mando sobre la mesa y me cruzaba de brazos.
-¿Tu que crees? ¿Que voy a dejar que ese entrenador vuelva a dirigirme? Por qué ni de broma, he renunciado a él.-
-Ya lo sé, Dalton, yo voy a volver a ser tu entrenador.-
-¿E-enserio?-pregunté tartamudeando por su decisión tan segura, dejando mis brazos sueltos y empecé a sentir un sentimiento de alegría en mi interior.- ¿Vas a volver a ser mi entrenador?-
-¿Por qué te crees que estoy aquí, Dalton?-
-Pero y el tema de tu..-
Philip levantó su dedo señalándome con seriedad mirándome a mis ojos.
-No vamos hablar de ese tema nunca, jamás, si quieres que vuelva a ser tu entrenador.-
Asentí obedeciendo a lo que él me decía, pero luego comencé a sonreír contento de que Philip estuviera de vuelta conmigo.
-Me alegra mucho saber que vuelves.-
-Pues no te vas alegrar mucho cuando mañana vas a empezar nuevo entrenamiento, ya tengo un gimnasio para ti.-