Capítulo 11

476 22 3
                                    

El trabajo de anoche me dejó reventado y decidí ir a la tarde al gimnasio.

Antes de ir, me di una ducha, bien higiénico.

Me tomé un par de copas, y no quería que Oliver sospechara que bebí por que tenía resaca.

Luego se pondría insoportable y no tenía ganas de aguantarle.

*****

Cuando llegué al gimnasio, me di cuenta que estaba la chica, la del otro día, montada en unas escaleras y pintando la pared.

Iba andando hacia la cinta de correr cuando observé que Mac estaba montando una bicicleta pero su mirada se desviaba a la pintora.

Él de repente me miró a mi, y alzó sus cejas dándome cuenta de lo que estaba pasando.

—Hey.—dijo con amabilidad, paraba de hacer lo que estaba haciendo.— ¿Que tal?—

—Bien.—respondí sin más.—

—¿Has visto la chica que está pintando? Es guapísima.—

—Yo la vi el otro día, fue la que le trajo las piezas a Oliver.—

—¿Ah, si? ¿Sabe como se llama?—

Negué con indiferencia y me montaba en la cinta.

Le daba al botón para darle velocidad a la cinta.

—Pues yo quiero saberlo, tiene una cara muy bonita y de cuerpo no anda mal.—

—Ve y descúbrelo.—dije, corriendo en la cinta sin mirarle y seguía a lo mío.—

Malcolm paraba de montar la máquina y se dirigía a ella para descubrirlo tal y como me dijo.

Mac es más lanzado, más de lo que yo creía.

Me recuerda a mí hace dos años atrás.

Yo ya dejé de ser un niñato.

Estuve corriendo media hora en la cinta hasta que paraba y luego me dirigía hacia la bicicleta para ejercitar las piernas.

Hice mis ejercicios diarios, hasta que me dirigía al vestuario para tomar agua y volver.

Cuando abría la puerta, me encontré a la chica pintora y nos chocamos.

Ella hizo un gesto dolorido pero dio un paso atrás riéndose.

—Que despistada soy.—

Le sostenía la puerta de repente mientras me quedaba mirándola.

—No te preocupes.—

—Este no es el baño de las chicas, ¿verdad? Es para lavarme las manos.—

—No es el baño de las chicas pero no hay nadie, entra.—dije siendo neutro, le hice espacio para que pasará y lo hizo.—

La chica entraba abriendo el grifo y se lavaba las manos.

Iba a salir del baño pero ella me detenía.

—El chico de a fuera se llama Malcolm ¿no? O eso me dijo.—

Me di media vuelta para mirarla y asentí sin más.

—Es muy amable o eso parece.—

—No le conozco demasiado, yo no te podría decir.—

—Bueno pero a simple vista..—dijo con una pequeña sonrisa, sacudió sus manos y cerró el grifo.— Tu te llamabas..—

—Dalton.—

Un Golpe Duro 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora