Después del trabajo quise ir a casa de Eva para estar con ella, compré una pizza familiar para todos pero sus padres no estaban.
Fuimos a su cuarto a cenar mientras veíamos una peli en su cuarto.
Cuando terminamos de cenar, Eva y yo estábamos tumbados en la cama.
Me quedaba concentrado viendo la película pero Eva se me quedaba mirando, tocando mi barbilla, bajé la mirada a ella sonriendo.
—¿Te está aburriendo la película?—
Negó con inocencia y me sonreía
—Me gusta mirarte.—
—Si soy muy feo.—
—No, eres hermoso.—
—Me vas hacer sonrojar.—dije en tono divertido, me reía a carcajadas después por ello y ella también se reía.—
Le di un pequeño beso en sus labios, y me quedaba mirándola fijamente.
—¿Como te fue hoy en la universidad?—
—Como siempre, aburridos.—
—Pero te harán bien en un futuro, mírame a mi, trabajando como una mula.—
—Aún eres joven, puedes hacer otra cosa.—
—Claro, con la situación que tengo con mi padre..—
—Lo sé, pero tampoco puedes vivir en una condena por él.—
—Ya.—
Nos quedamos en silencio mirándonos, y suspiré, quería distraerme para no pensar en mi padre y toque un mechón de su pelo.
—He venido para estar contigo, no para hablar de mi padre.—
—Perdón.—
Negué lentamente, nuevamente le miraba a sus ojos azules y comencé a sonreír con picardía.
Le quitaba su camiseta de repente y la besaba a sus labios.
—¿Que haces Dalton?—dijo riéndose levemente en mitad del beso.—
—¿No quieres hacerlo?—
Asintió mordiendo su labio mientras me miró a los ojos con deseo y luego me volvió a mirar.
******
Me presenté al gimnasio con mi amigo Dylan, se qué nos iríamos rápido de allí porqué ni a Dylan ni a mi nos gusta el gimnasio.
Nos bajamos de la moto ambos frente al gimnasio, me señaló el sitio y asentí.
Ambos andamos haya el gimnasio y entramos a la vez.
Dylan se quedaba mirando con atención, como si todo fuera nuevo para él, parecía que tenía curiosidad ante el asunto.
Todo lo contrario a mi, me mostraba con indiferencia.
El chico afro nos vio repentinamente, sonrió al verme y se acercaba a los dos sin creer que me había presentando.
—Estás aquí.—dijo.—
—Si, tal como te dije.—
—Y te has traído a un amigo.—
Asentí alzando mis cejas sin más.
—Él es Dylan.—dije señalando a mi amigo en forma de presentación.—
—Yo soy Oliver.—dijo presentándose si mismo con educación y sonreía, mirándome.—Empieza con lo básico.—