Faltaba un día para el combate.
Había estado entrenando a mi manera pero eso no serviría para nada.
Había que estar meses entrenándose para concertar un combate de este nivel.
Lo que pasa yo quería terminar esta pesadilla de una vez por todas.
En fin, no podía creer lo que estaba haciendo pero me dirigía al hospital para ver a Malcolm un día antes de que ocurra lo que tenga que ocurrir.
Cuando llegué, me dirigía a la planta y a la habitación correspondiente.
Tenía puesta la capucha en la cabeza para que Oliver no me reconociera pero por suerte no estaba.
Cuando encontré la habitación, entré y abría mis ojos impactado.
Ver a Malcolm intubado, respirando con un aire artifical me ponía de los nervios.
Daba pasos lentamente asustado por verle de esa forma y metia mis manos en los bolsillos de la sudadera.
Tenia sus ojos cerrados, estaba durmiendo o.. O muerto no lo sé.
Nunca había visto a una persona en coma antes y me asustó.
Me quedaba mirando como respiraba por aquel tubo que tenía incorporado en la boca, que conducía a aquella máquina.
Sentí pena por la situación de Malcolm, un chico que fue a pelear para ganar el título para darle orgullo a su madre y acabar así.
Tal vez, esté viendo a su madre en el otro, si es que existe y no quiere regresar.
Suspiré agachando la mirada por todo el peso de culpa que yo sentía.
—Kayla me ha dicho que te hablase por qué puedes escucharme, yo no lo sé, pero es que tampoco sé qué decirte.—dije sin querer mirarle a la cara, bastante remordimientos tenía dentro de mí, no tenía valor.— Mañana voy a pelear con El Moreno, por ti, por tu madre, y también por mi para empezar una nueva vida con Kayla y alejarme del boxeo.—hice una pausa con un nudo en la garganta, desvíe la mirada respirando hondo.—
Lo siento por estar con Kayla por qué tu la viste antes que yo, y siempre te gustó y estás enamorado pero..—No se como iba a seguir con esto, me daba vergüenza de mi mismo lo que le estaba contando.
Era una persona en coma.
¿Cómo me atrevía a decirle todo esto?
—Lo nuestro ocurrió sin planearlo, yo no sabia que me gustaba hasta que me di cuenta y no solo me gusta, la amo, Malcolm, tenías razón, ella es increíble, me ha hecho cambiar como persona y ser un mejor hombre.—dije comenzando a sonreír de lado con orgullo mientras asentí, empecé a pensar en Kayla.— No ha tenido un pasado fácil y sin embargo ella sigue siendo buena, gentil, cariñosa.. Y soy un hombre afortunado a su lado.—desvíe la mirada hacia Malcolm, finalmente, sentí un pellizco en el estómago pero tenía que ser valiente.— Te pido perdón, de verás, pero ella y yo formaremos una familia cuando todo esto termine, y cuando despiertes no quiero que nos odies.. Al menos a ella, ella no tiene culpa de nada.—
Me quedé en silencio por segundos mirando fijamente a Malcolm, que respuesta iba a conseguir si estaba en coma..
Suspiré levemente.
—Ella te aprecia, te quiere, y si tienes que odiar a alguien que sea a mi por qué ella se lo merece, siempre ha estado ahí para todo.—dije, mientras seguía mirándole, y le hablaba convencido de que me estaba escuchando.— Y ganaré el título por tu madre, ese título será para ti, Malcom yo no lo querré para nada.—volvía hacer una pausa, lamiendo mi labio y suspiraba.— Pero despierta, despierta pronto, tu tienes aún futuro en el boxeo yo no, despierta por favor, hay gente que te quiere que te espera, Kayla y yo te esperamos, Oliver también, asique despierta, no nos haga más de sufrir.—