Quincuagésima parte.

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Su pecho dolía por los continuos jadeos que emanaban de él, casi como si estuviera asfixiándose y sus labios se hallaban entreabiertos en busca del oxigeno que Damon le robaba según sus bocas permanecían juntas en aquel beso apasionado. Tuvo que besarlo cuando Damon le dijo que la volvería loca, porque estaba segura de que él cumpliría con lo que le decía- Entonces... ¿Qué esperas?- le preguntó sin aliento, sintiendo como su cabeza se encontraba aturdida por la excitación. El hombre sonrió, viendo el reto y el erotismo en los ojos de la rubia, así que procedió a subir el vestido de la rubia hasta enrollarlo en su cintura y apreciar la bella lencería en aquella parte.

Tuvo que reprimir el jadeo al verla así, y siendo sincero... También tuvo que mentalizarse y decirse internamente que tenía a Allyson frente a él, húmeda y dispuesta a follar con él. Sin engaños, manipulaciones o amenazas.

Era real.

Tenía a su ángel ahí, mirándolo. Maldita sea.

De repente su piel se puso de gallina y la adrenalina que tenía desde el principio fue multiplicada por mil, sintió que una bestia de otro mundo se apoderaba de él. Por lo que bajó la ropa interior de la rubia, abrió sus piernas y dio el primer lengüetazo con fervor. El interior de la chica se contrajo ante la caricia que recibió y tuvo que llevar una mano a su boca para callar el grito que amenazó con delatarlos. Damon soltó una carcajada que vibró en el sexo de Allyson y dio una succión en su clítoris hinchado y sensible, la saboreó con vehemencia y podía asegurar que sabía incluso mejor que la primera vez que tuvo el privilegio de probar su sexo.

Afianzó el agarre en sus caderas y la atrajo lo más posible hacia su boca, hasta el punto de que el sexo de Ally y su lengua se volvían un nudo perenne- Mierda... mierda- dijo entre jadeos la chica.

Damon despegó su boca de aquel manjar para mirarla desde abajo, apreciando el movimiento agitado de su vientre al respirar de forma errática y su sexo brilloso por los fluidos de excitación que emanaba- Si tan solo pudieras verte, verías lo sensual que te ves jadeante y excitada- habló con la voz ronca de excitación- Me vuelves loco, Allyson- musitó, sin saber que lo que decía la volvía loca a ella también. Quitó una de sus manos de la cadera de la chica y llevó dos dedos hacia la entrada que los succionó cuando la penetró con ella.

« La tentación de Damon» #2 COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora