Septuagésimo quinto capítulo.

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Damon asintió comprendiendo- Realmente las cosas han pasado de una forma rápida- resopló con ironía- Todo esto es tan nuevo para mí- admitió- Nunca había dormido en casa de alguna mujer, ni siquiera había estado en la cama con una para solo dormir, ni comprarle desayuno o desear verla recién despierta- sonrió- Todo esto es muy diferente, se siente extraño... pero, al mismo tiempo se siente bien.- se sinceró, sin reconocer en voz alta que en su interior perduraba un sentimiento agridulce.

Le costaba admitir al cien por ciento el hecho de que ella se había impregnado completamente debajo de su piel y temía que cuando descubriera todo se fuera de su lado, porque... no cualquiera soportaría tanta oscuridad. Allyson asintió, concordando y se quedó en silencio, realmente no sabía que hacer a continuación, nunca había amanecido con alguien, así que no sabía que sucedía después.


A sinceridad, ninguno de los dos sabía que harían y se notaba la incomodidad que comenzaba a surgir entre ambos. Damon sacudió su cabeza y tomó la mano de Ally para llevarla al sofá y sentarla sobre su regazo. Se sintió la sensación de familiaridad entre ambos, ya habían experimentado aquello la noche anterior, a diferencia de que la rubia estaba lúcida y, nerviosa.- ¿Sabes también que se siente diferente?- cuestionó, Ally negó y se acomodó en el regazo de Damon sin dejar de mirarlo. El hombre sonrió de forma ladina y contestó a su propia pregunta:


- Que alguien me desafíe, que haga lo que quiera cuando dejé en claro algo- Allyson arrugó su ceja sin comprender, realmente no entendía que él estaba queriendo decir- Y tú lo hiciste anoche, Allyson- la chica seguía sin comprender y Damon decidió contestarle- Dije que no haríamos el amor- aquella palabra hizo latir de forma descontrolada su pequeño corazón- Y eso incluía que te vinieras- no despegó sus ojos de los de ella incluso cuando esta miró hacia otro lado, comprendiendo- El punto de que no lo hiciéramos, era que ninguno de los dos disfrutara, principalmente tú, por andar de alcohólica. Ese era tu pequeño castigo- arqueó su ceja derecha- Y tú descaradamente te corriste pensando que estaba completamente dormido- expresó, dejándole saber que se había dado cuenta de su acto descarado y rebelde. Allyson se sintió como una niña pequeña siendo regañada y permaneció en silencio, buscando ser prudente- Cualquiera se daría cuenta de ello al sentir como la cama se sacudió por ese orgasmo que tuviste- chasqueó la lengua.

Realmente aquello fue divertido, el ver que la rubia no se podía quedar quieta por la excitación y se vino sin siquiera tocarse, pero al mismo tiempo fue difícil, ya que había dejado en claro que no harían nada y a él se le hizo absolutamente complicado no agarrarla de las caderas, hacer su braga a un lado, bajarse el bóxer y penetrarla de una estocada para hacerla chillar de placer. Realmente tuvo que atraer fuerza de voluntad de donde no la tenía porque realmente se acostaría con alguien que no estaba en sus cinco sentidos.

« La tentación de Damon» #2 COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora