Escena extra.

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Las escenas presentadas a continuación, son absolutamente ficticias. Estudié para saber sobre el tema escrito en el capítulo, pero no soy una experta, por lo que pido disculpas por algún dato erróneo o desinformación.





Ninguno sabía la maravillosa y sensual imagen que le daban al público atento. Estaban tan absortos en ellos mismos que no se percataban del asombro y euforia que todos tenían al ver como la rubia asumía el rol con valentía y perfección y como aquel amo tan temido y respetado se volvía un sumiso que disfrutaba en demasía los castigos y órdenes que la rubia le daba.

Allyson movió sus caderas, guiando levemente los movimientos y luchando para no gemir demasiado alto. Le encantaba todo lo que Damon le hacía, él sabía exactamente lo que tenía que hacer para volverla un manojo de nervios y gemidos. Tuvo que sostenerse bien en la bracera de la camilla para no desfallecer, más cuando Damon apretujó sus nalgas y hundió más su lengua e hizo círculos y succiones a la vez.

Sentía como sus piernas ya empezaban a hormiguear y a temblar, señal de que estaba llegando al clímax, el pelinegro se dio cuenta de ello y continuó con su asalto. Ally tuvo que sostenerse de una sola mano y taparse la boca con la otra cuando el ojiazul mordió su clítoris y luego lo sopló. Alguien en el fondo no pudo evitar dar un grito de ánimo, haciendo que Ally volviera un poco a la realidad y comenzara a sentir todos los ojos puestos en ella, y en vez de cohibirse, tal cosa le dio morbo. Damon se dio cuenta de ello por el aumento de la humedad, lo que le provocó más motivación- Ama, déjeme usar los dedos- pidió con respeto, totalmente metido en su papel de sumiso- Por favor- rogó.

- No te di permiso para hablar- dijo entre gemidos, pero no se lo iba a negar- Tendrás un castigo por eso- dejó en claro- Pero te permitiré usar los dedos- dijo, sin dejar de disfrutar lo que él le hacía. Damon ronroneó y quitó una de sus manos, había incomodidad, pero eso no evitaba que hiciera su trabajo debidamente con una sola mientras con la otra sostenía a Ally para que esta no desfalleciera en medio del oral que estaba recibiendo. Damon metió dos de sus dedos y los curveó levemente en el interior de la rubia, no dejó de chupar en ningún momento, no hasta que la rubia no pudo controlar los temblores en sus extremidades y se dejó poseer del intenso orgasmo. Cuando pudo recuperarse del aquel clímax, que la dejó en otra dimensión por un rato. Bajó de la camilla, cerró la cremallera de su traje y desató las ataduras y se acercó al rostro del pelinegro, viendo como el pobre tenía los labios y barbillas brillosos por la humedad que había escurrido de sus piernas, sonrió ante la vista que él le otorgaba y le ordenó pararse- ¿Sabes que viene a continuación? ¿Verdad?- le preguntó, ansiosa por lo que venía. Lo que haría era exactamente el motivo de su ansiedad y desesperación, lo que realmente la emocionaba. Damon asintió, tragando, la rubia utilizaría un dilatador, por lo que estaba nervioso debido a que Ally nunca había usado aquel utensilio en él. Tuvo clases con una dómina encargada de enseñarles a las nuevas aspirantes a dominatrices, le enseñó como se usaba en un sumiso de práctica, pero era absolutamente diferente ser el sumiso al que le insertarían el dilatador. Sin embargo; no se iba a acobardar, no cuando infinitas veces la rubia aceptó cosas y objetos nuevos cuando él los proponía.- Posiciónate- ordenó, señalando la cruz de San Andrés. Cuando el pelinegro lo hizo, aseguró las ataduras y buscó el lubricante a base de agua. Debía excitarlo lo suficiente para colocar el dilatador, debía utilizar uno para novatos, lo cual la decepcionaba porque deseaba utilizar el famoso dilatador con elevaciones. Sin embargo, debía utilizar el que era completamente liso, debido a que el miembro de Damon tenía acostumbrarse poco a poco.

Bajó completamente el bóxer del ojiazul y no esperó para comenzar a acariciar su miembro luego de untarle el lubricante. Su pene ya estaba erecto debido a toda la situación, pero necesitaba que estuviera absolutamente duro. Agradecía que el lubricante fuera comestible y de sabor a fresa, así que se puso de rodillas y no esperó a que Damon siquiera respirara cuando ya lo tenía en la boca y succionaba como si deseaba sacarle el alma. Rodeó el glande con su lengua y luego llevó el miembro lo más profundo que pudo a su garganta. Sintió como las piernas de Damon temblaron un poco, así que decidió que ya era suficiente de juego previo y que ya podía poner el dilatador.

Lo buscó, mostrándoselo a Damon y sorprendiendo a muchos de los que se encontraban atentos a la sesión, no se creían que el pelinegro se atreviera a acceder a aquello. El dilatador de uretra era una pequeña varilla de metal de seis centímetros de largo y uno de ancho, con un anillo en el extremo que ayudaba a sostenerlo correctamente durante la extracción y Ally se echó más lubricante en sus dedos y lo esparció bien en la apertura del pene de su sumiso temporal, hasta que estuvo lo suficientemente lubricado- Respira profundo- ordenó, el hombre hizo lo que la chica le pedía y llevó todo el aire que pudo a sus pulmones. Ally procedió a insertar lentamente el dilatador de uretra, haciendo que el hombre sintiera como si lo partieran en dos, pero de una forma placentera.

Sentía como el orificio de su miembro se dilataba. Se sentía invadido, incómodo, pero excitado. De una forma inimaginable, nunca se había sentido así, su cuerpo exigía que se corriera, pero el dilatador de lo impedía. Se dio cuenta de que la rubia solo había puesto la mitad de aquel tubito de metal.

« La tentación de Damon» #2 COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora