Sexagésima parte.

156 12 0
                                    

Allyson se despidió de su amiga, luego de llevarla a su casa, le prometió llamarla cuando recuperara su celular y arrancó hacia la casa de Damon, esperando a que él aclarara su confusión.

Gracias a su memoria, pudo recordar con perfección donde residía Damon y al llegar el mayordomo ya la esperaba en la entrada de la puerta. Dejó que el hombre la dirigiera hacia el despacho a pesar de qué sabía donde se hallaba y entró, apreciando como Damon estaba sentado en la silla de su escritorio, bebiendo licor y con el semblante inescrutable.- Te sugiero que te tomes un trago antes de que hablemos- sugirió serio, señalando la licorera. Allyson no lo pensó mucho y se acercó al envase que tenía whisky y se sirvió en el vaso de cristal que vio, le dio un trago que ardió en su garganta y le hizo hacer una mueca. Damon asintió, mirándola y también se terminó su trago- ¿Qué te dijo tu padre? Supe que fue a tu departamento...- decidió preguntar, sabiendo que cuando mandó los correos no estaba en sus cabales y no sabía que tanto le había dicho su padre a Allyson, así que estaba consciente de que había metido la pata al mostrarse tan alarmado.

La rubia se lo pensó varios segundos, en si decirle o no, mas optó por hacerlo- Me dijo que no fuera a la empresa durante varios días para no verte- contestó, sin pensar mucho en el hecho de que Damon, al parecer, sabía quién iba a su departamento.

Damon la miró pensativo mientras se rascaba distraídamente la barbilla- ¿Nada más?- preguntó. Ally negó- ¿Qué le respondiste?

- Que hacer aquello no era bueno si él quería recuperar la compañía- respondió- Y me dijo que te dio un plazo para que le devolvieras la empresa y que si no lo hacías podías lamentarlo- arrugó su frente- ¿Pasó algo en la reunión que tuvieron?- preguntó. Damon permaneció en silencio con la molestia aún colonizándolo y martirizándolo el hecho de qué decisión debía tomar, si decirle sobre su enfermedad o dejar que la verdad le explotara en la cara. Realmente no sabía que hacer ahora que Ally le había dicho todo lo que dijo su padre- Él habló como si estuviese amenazándote... ¿Lo está haciendo?- preguntó cuando vio que él no quiso contestarle la pregunta anterior. Damon solo asintió y Ally se sintió inquieta- ¿Cuál fue su amenaza?-preguntó.

- Dijo que si no le devolvía su empresa iba a revelar mi pasado. Pasado que luché mucho para ocultar- se sinceró con ella, apoyando los codos en el escritorio y revolviendo su pelo con frustración- Eso es algo que no puedo permitir, pero tampoco le daré el gusto de entregarle la empresa solo porque es un cobarde que prefiere amenazar antes que pelear como es debido. Es tu padre, Allyson, pero juega sucio y no permitiré eso.

- ¿Tan malo es tu pasado que no quieres que se enteren?- preguntó con un deje de pena, sin saber a quien apoyar en la lucha que se estaba armando. Si a su padre, quien aunque no estuvo muy presente en su vida era su sangre o a Damon, que era capaz de hacer lo que sea por ella y que la embriaga de pasión.

- El problema no es que los demás se enteren, el problema es lo que tú pienses cuando te enteres, no puedo imaginarme como me mirarías. Tengo la certeza de que lo harías como si fuese un monstruo y eso me mata, en serio lo hace- confesó.

Allyson no sabía qué decir o qué pensar- ¿Realmente es tan malo?- volvió a preguntar al ver la angustia que ahogaba al pelinegro.

Damon asintió, a cuestas, cabe aclarar. Su pasado estaba infestado de muerte, sangre, lágrimas y lamentos.

Y en serio, no tenía la menor idea de lo que iba a hacer. Y aquello le quemaba las venas con fervor, odiaba no tener el control de las cosas y hallarse entre la espada y la pared...

« La tentación de Damon» #2 COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora