Epílogo.

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Ahora que ya tenía todo claro en su mente, hablaría con Damon.

Decir que estuvo dando vueltas era poco en comparación a lo que realmente estuvo haciendo, era una mentira. Estaba tan nerviosa al principio, que postergó lo más que pudo la charla que tendría con él. Daría un gran paso con respecto a lo que ellos tenían y por más cosas que le había dicho la especialista, aún estaba nerviosa. Llamó a Damon y le pidió que viniera porque tenían algo de lo que hablar y mientras, se obligó a sentarse en el sofá y tranquilizarse con una copa de su vino favorito, el perfecto desinhibidor.

Esperó hasta que su timbre sonó y se puso de pie rápidamente para abrir la puerta y encontrarse con él. Sus miradas se encontraron por unos segundos que parecieron eternos, la chica tuvo que recordarse que lo había llamado para una charla seria y así no saltarle encima y besarlo hasta que sus labios dolieran. Se hizo a un lado para que que él ingresara y lo invitó a sentarse.

- Angelito- saludó, sin dejar de mirarla y tomó asiento en el sofá- Querías hablar- recordó el motivo por el cual fue invitado al hogar de la chica- Y aquí estoy- exclamó e hizo un gesto para que la rubia empezara a hablar.

- Estoy nerviosa- se sinceró, terminando su copa y pasándole una a Damon, luego de sentarse, Damon asintió, consciente de sus palabras. Se podía notar el nerviosismo de su ángel en su lenguaje corporal- Siento como si fuese la primera vez que nos sentamos y charlamos, es extraño- musitó- Te llamé para decirte varias cosas. Lo hubiese dicho por teléfono, pero por más nervios que sienta en este momento, era necesario que fuera en persona- su cerebro le pidió otro poco más de vino, pero se negó. Ya había tomado suficiente.- Tomé una decisión- dijo, no tuvo que especificar, él entendió a lo que ella se refería.

Observó su postura, sus manos inquietas, los continuas mordidas en sus labios, su respiración, su semblante. Y pensó lo peor. Todo de ella dejaba entrever que le daría una noticia que no le gustaría. Sin embargo, tenía que aceptar lo que ella dijera- Soy todo oídos- respondió, para luego guardar silencio.

- Te había pedido tiempo para tomar una decisión. No podía decirte que pensaba o que decidiría en ese momento, era muy pronto para una respuesta tan importante. Más todo el drama y el estrés. Mi mente en ese momento estaba nublada, eso sin contar sobre lo que realmente había sucedido con tu padre- contestó- Aquello me dejó sin palabras- confesó- Estaba tan confundida sobre si había conveniencia o no en una relación contigo- siguió hablando con absoluta seguridad.- Así que, no tuve otra opción que hablar con una especialista en esquizofrenia- aquello que dijo la rubia hizo a Damon enarcar una ceja con curiosidad- Ella me escuchó atenta a lo que yo decía- exclamó- No especifiqué sobre los problemas- dijo, refiriéndose al asesinato, las mentiras, las peleas y todo con respecto al drama.- Técnicamente me desahogué, hablé hasta donde la discreción me lo permitía y luego ella procedió a hacerme una serie de preguntas con respecto a tu forma de ser conmigo y sobre lo que yo pensaba de ti- musitó, notando como él la escuchaba atentamente.

- Llega al punto, Allyson- pidió.- La incertidumbre me mata- confesó.

Ally asintió, comprendiéndolo perfectamente- Luego de ser aclarada con todas mis preguntas salí tranquila, con mi decisión tomada- se silenció por unos segundos- Si quiero estar contigo, Damon- respondió, sintiendo como su espalda se liberaba de una gran carga- Ansío tener una relación contigo- contestó.

Las palabras de Allyson calaron al hondo de su ser. Respiró aliviado y pestañeó para ver si la situación no desaparecía y era real.

¿Ser aceptado por la mujer que lo embriagaba de locura aún cuando ella sabía sus secretos más retorcidos?... No se había imaginado aquello, no lo veía como una posibilidad. Ya se había auto-condenado a estar solo para siempre, pensando que ella lo rechazaría. Más cuando la vio con aquellos nervios y aquella postura que auguraba cosas negativas para él. Y ahora que ya tenía las cosas claras, lo agradecía con todo su ser y toda la vehemencia de su interior.- ¿Me aceptas, Allyson?- preguntó.- Sintiendo que era un sueño.

- Te acepto, Damon- respondió.- Acepto tu forma de ser, acepto tus demonios, tu actitud... acepto todo de ti- respondió, sin tartamudear, sin dilatar, con absoluta seguridad. No dejó de mirarlo en ningún momento. Sabía que aquella respuesta era importante para él, porque ocultó aquello del resto del mundo por temor a no ser aceptado por las pocas personas que entraban a su vida- Te acepto tanto que quiero que formes parte de mi vida y no como mi amo o el que me instruyó el en DS. Necesito algo serio, constante, te necesito a ti.- musitó. Él permaneció en silencio por unos segundos, asimilando lo que ella le estaba proponiendo. Quería decirle que tendrían lo que ella quisiese, pero la sorpresa no le permitía darle una respuesta a la rubia que lo miraba.- Quiero que me asegures que si decido formar parte de tu vida, sea de una forma adecuada, sana, que proteja mis sentimientos. Quiero ser más que una sumisa- dejó en claro- Porque ya estoy harta de ser la segunda opción de alguien, de ser el entretenimiento que se echa a un lado luego de cumplir con su propósito. Estoy harta de sufrir por personas que no ponen mis sentimientos como prioridad. Prefiero estar sola a seguir siendo el juguete de alguien más- culminó, sin dejar de sonar segura.

- Pedirme todo eso está de más. Porque es algo que te daré sin rechistar, Allyson. También quiero eso. Quiero formar parte de tu vida y mostrarte que realmente eres importante para mí- contestó- Quiero que forme parte de mi vida- exclamó, puso la copa de vino en la mesilla, no había tomado ni un sorbo, no cuando la preocupación por la respuesta de Ally calaba hasta el hondo de sus entrañas- Quiero que formalicemos esto- señaló entre ambos- el pecho de Ally dolió ante las múltiples sensaciones que lo poseyeron, no esperó más y lo besó. Lo besó como quiso hacerlo desde el principio, desde que lo vio de pie en la puerta, pendiente a ella. Los sentimientos por él iban aumentando de una manera abrupta y vehemente, pero no se quejaba. No cuando tenía a ese hermoso pelinegro de temperamento difícil solo para ella.

« La tentación de Damon» #2 COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora