Quincuagésima primera parte

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El interior de Ally tuvo una contracción por las caricias de Damon que recibía, pero las ansias de sentir algo más la tenían al borde de la locura.- Damon...- lo llamó sin aliento- Hazlo, dámelo- rogó en un susurro entrecortado, queriendo sentir el miembro del hombre en su interior.

- Aún no.- respondió tajante, porque sabía que si penetraba a su angelito se correría en este instante y eso era algo que no iba a permitir. Los ojos se la rubia se volvieron suplicantes, buscando causar lástima, pero el hombre la ignoró concentrándose en su entrada jugosa y acariciándola con sus largos dedos. Tuvo que afianzar su agarre con la mano que tenía en la cadera de Allyson ya que esta hizo el amago de moverse para bajarse de la mesa. Subió sus ojos hasta mirarla a la cara, demostrándole que tal cosa lo molestó- ¿Qué pretendías hacer?- le cuestionó, sabiendo la respuesta.

- Bajarme de la mesa e irme- respondió provocadora y apoyándose en sus brazos para poder tener más movilidad, buscando molestar a Damon.- No me das lo que quiero.

El pelinegro arqueó una ceja, con la seriedad pintando su semblante- Dije que aún no, no que no te lo daría- respondió. Allyson refunfuñó, aun húmeda y dispuesta, pero reticente. Odiaba no obtener lo que quería al instante, era caprichosa, y Damon no estaba dispuesto a cumplirle su capricho inmediatamente, él no era así.

Las cosas se hacían cuando el lo decía.

Una pequeña furia se manifestó en su interior. No hacia ella, pero si a su capricho. Así que se enderezó hasta estar de pie y mirarla desde bajo, con las piernas abiertas, las bragas en el suelo y vestido enrollado en su cintura. Dejando que Ally viera como el miembro de él se veía erecto y grande aún con la ropa puesta- De rodillas- demandó moviendo su cinturón para quitárselo. El corazón de Ally bombeó frenético por el breve y leve temor que sintió, sin embargo no hizo lo que él decía, pero si se enderezó en la mesa hasta quedar sentada en ella- Allyson. No lo volveré a repetir.

Sin pensárselo mucho, se puso de rodillas, sintiendo el frío del piso calando su piel desnuda. Miró a Damon, quien la miraba serio y respiraba agitado, y apreció como este bajaba la cremallera de su pantalón y sacaba su miembro.

Abrió sus ojos de la sorpresa, por dos cosas. Una de ellas era que el muy descarado solo llevaba el pantalón, no tenía bóxer y la otra era que su miembro la sorprendía. Su prepucio era púrpura y brillaba por unas cuantas gotas de liquido pre-seminal, las venas se marcaban de forma escandalizada y prácticamente latían como si tuvieran vida propia. Era un poco largo y muy, muy grueso. Trató de mirar hacia otro lado, buscando que no se notara lo embelesada que se encontraba, pero no pudo.- ¿Qué esperas para chuparlo?- la voz llegó con potencia a sus oídos, sobresaltándola un poco, así que levantó sus manos en busca de tomar el miembro de Damon, pero él se alejó levemente- Sin las manos, Allyson. Que se queden detrás de tu espalda- ordenó.

« La tentación de Damon» #2 COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora