De detuvieron frente a una puerta roja, con un letrero que estipulaba "voyeurs". Damon miró interrogante a Allyson, y ésta asintió en acuerdo.
Empujó la puerta con su mano libre, mientras acariciaba suavemente la mano suave de la mujer de sus fantasías, no quería asustarla, así que solo se conformaba con eso, pero la realidad era que deseaba estamparla contra la pared y besarla duro, muy duro, hasta hacerla desfallecer por el oxígeno, hasta que sus labios estuviesen hinchados de tanta pasión.
Respiró profundo, usando toda su resistencia para no hacerlo.
Entraron a una cabina de un rojo vino intenso, de aspecto lujoso pero discreto. Damon soltó la mano de Allyson refunfuñando, y la invitó a sentarse en el hermoso diván que se hallaba ahí. Y la rubia así no hizo.
Ella se removió inquieta, presa de la ansiedad y curiosidad por saber que iba a suceder acontinuación. Miró a su alrededor fijándose en la estancia, la cual era un cuarto un poco estrecho, con candelabros en cada esquina que daban una luz tenue, y un gran ventanal polarizado que daba a otra habitación mucho más grande. Pero lo que acaparó toda su atención no fue que en esa habitación habían fustas, látigos, mordazas, burros, cruces y más, sino que en ella se hallaban reunidos un hombre y dos mujeres acariciándose mutuamente, soltando gemidos y alaridos de placer, sin inhibición, sin tapujos, sabiendo claramente que en las habitaciones que los rodeaban, habían más personas mirándolos y disfrutando de la vista.
En la parte izquierda, había un monitor con letras rojas, que tilitaba una y otra vez unos números, específicamente un siete. Eso llamó la atención de Ally, y Damon se dio cuenta.
— Emmh— pestañeó rápidamente, mientras se removía, se encontraba especialmente inquieta por los ruidos placenteros que habían en la otra habitación, porque vamos, se tenía que ser de hierro para no sentir nada al oír aquello. Ya comenzaba a sentir el familiar cosquilleo en su vientre bajo.— ¿Qué es eso?
— ¿Eso?— cuestionó Damon señalando el monitor. Sabía claramente que se refería a eso, pero es que adoraba verla mirarlo todo presa de la curiosidad. La rubia asintió.— Es un simple monitor— dijo tratando de fastidiarla.
— No, lo sé, me refiero a que para qué sirve— musitó con su voz suave, tratando de no sacar su carácter apenas conociéndolo.
Damon sonrió enigmático.— Ah— exclamó— Es un señalador de orgasmos— sonrió al ver la cara roja de Allyson al decir aquello. Era gracioso ver cómo una mujer sexualmente activa se sonrojaba con escuchar eso.— Es como uma especie de reto, para entrar en esa habitación, tienen que cumplir los retos que se les ordenan, o no sería divertido. Los de las cabinas piden una cantidad de orgasmos, y los de ahí tienen que cumplirlo, o no entrarán a la habitación por un tiempo— Explicó.
— No le veo lo divertido.— Susurró sin comprender, francamente no entendía porqué a ellos les gustaría estar en una habitación en donde muchas personas los observaban.
Él sonrió comprendiendo su ignorancia. Allyson estaba acostumbrada al típico revolcón vainilla, pero él se encargaría personalmente de enseñarle como era el sexo picante y dolorosamente placentero que había en su mundo. Y ya faltaba cada vez menos para eso.
— ¿Cómo explicarlo?— musitó para sí, rascando su barbilla y recostandóse más cómodamente.— Es excitante, en demasía, saber que hay personas observandóte. La sensación de que es prohibido lo vuelve más grande y mejor. Aman sentirse así, observados haciendo algo que para muchos en totalmente íntimo. Imaginándose que otros se excitan mientras lo ven, que se tocan y llegan al orgasmo.— dijo acercándose, no lo soportó, así que levantó una mano para rozar su mejilla. Ésta aceptó la caricia gustosa. A pesar de que percibía un aura oscura en el exótico pelinegro, le gustaba tenerlo cerca.— Es complicado explicarlo, no me entenderías. Existen cosas que mejor hay que mostrarlas para que puedas entenderlo, tendrías que vivirlo en carne propia.— Explicó mirándola con sus brillantes ojos entre grises y azules.— Tendrías que estar haciéndolo.
Allyson abrió sus labios cuando el dedo de Damon los rozó.— No podría hacerlo— confesó.
Él sonrió, viendo que Ally solo era un chica que comenzó a vivir antes de tiempo, que algo le había sucedido y qué muy en el fondo todavía seguía siendo alguien inocente, pero algo en su interior lo llevó a pensar: ¿Quién te obligó a crecer, hermosa?
— Solo tienes que encontrar a alguien que esté dispuesto a empujarte a hacerlo. Y te aseguro, estarás más que gustosa.
Ally sonrió— Pues espero encontrarlo.
Damon desplegó una sonrisa.— Créeme, pequeña, está muy cerca.
ESTÁS LEYENDO
« La tentación de Damon» #2 COMPLETA
RomanceSus ojos muestran lo vacío que está, su belleza es tan grande como la de un víl demonio, está perdido no tiene salvación, o al menos eso creía hasta que ella llegó. Ella es lo único que puede llenarlo, de pasión genuina. Y hará todo lo posible para...