Quincuagésima segunda parte

160 10 0
                                    

Allyson no pudo ni siquiera pensar algo con respecto a la orden de pelinegro, solo se inclinó hacia el miembro de Damon y lo atrapó con su boca, saboreando primero la punta, envolviendo su lengua en ella y probando el liquido que escurría, aceptando que le gustaba su sabor. Apreció como Damon echó su cadera hacia delante, en busca de más y de como tiró su cabeza hacia atrás, perdiendo levemente el equilibrio por el latigazo de placer que lo recorrió desde los dedos de los pies hasta las hembras de su cabello. Jadeó cuando sintió como los labios de la chica arropaban su polla y de como la lengua daba pequeños giros, la succión que le hizo Ally entre sus mejillas lo hizo gruñir, se concentró en no correrse tan rápido, pero la situación no cooperaba ya que era demasiado caliente tener a la chica de rodillas, chupando su miembro con placer y enojo, se daba cuenta de ello al percibir la furia con la que lo succionaba, buscando básicamente ordeñarlo como vaca lechera. Casi se echó a reír con aquél pensamiento, sin embargo, era cierto.

Ally buscaba que se corriera rápidamente, así que ignorando la orden de que se quedara con las manos en la espalda, las sacó para apoyar una en el piso y otra en el culo de Damon y después atraerlo de golpe hacia ella, haciendo que la polla de Damon se impulsara de forma repentina, hasta llegar al fondo de su garganta.

La sorpresa hizo a Damon echar un gemido ronco que fue música para los oídos de Allyson, haciéndola reír, provocando una vibración en el fondo de su garganta que llegó al fondo y directamente al miembro de Ally. Repentinamente sintió como su garganta fue llenada de un liquido caliente que la hizo tener una leve arcada por la cantidad que fue. El hombre gruñó enojado y sacó su polla de la boca de Allyson, reprimiendo las ganas de ponerla de espaldas en uno de los sofás y morder su trasero tan duro que sintiera la mordida durante días- Eres una maldita rebelde- dijo, poniéndola de pie, no sin antes tomar su vestido y quitárselo bruscamente, dejándola solo con el sostén mal puesto- Se te dice que hagas algo y haces creer que vas a cumplir con ello pero, no lo haces- gruñó, colocándola de espaldas hacia él y dejándola bruscamente apoyada en el brazo del sofá, con el trasero en el aire y apuntando a su miembro- Y como haces lo que se te pegue la gana, yo también lo haré- aseguró, dándole una fuerte palmada que la hizo gruñir de placer- Más te vale no hacer ruido...

« La tentación de Damon» #2 COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora