Octagésimo capítulo.

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Advertencia. Capítulo sensible para algunos lectores. Leer bajo responsabilidad.


Con las manos inquietas, Allyson tomó el sobre como si tuviese alguna bomba a punto de estallar en su interior y sacó lo que contenía. Hojas y fotografías se colocaron en la mesilla. Antes de mirar lo que decía, alzó sus ojos, topándose con el semblante de incertidumbre de Damon- Lo que haya aquí, no cambiará las cosas, Damon- musitó, sintiendo lástima por él, al verlo tan preocupado.

Él negó, sabiendo que por más que ella lo dijera, las cosas si cambiarían.- No prometas algo que no puedes cumplir- sonrió sin que la sonrisa llegara a sus ojos- Huirás de mí, de eso estoy muy claro. Si yo pudiera huir también lo haría- asintió con el cansancio brillando en sus ojos- Solo mira lo que hay en las fotografías y en las hojas, luego de eso, decide, Allyson.

Ella no contestó y tomó la primera hoja en sus manos, dispuesta a leer y dejando a un lado la sensación de ahogo que comenzaba a sentir. Sus ojos empezaron a desplazarse por las líneas escritas pertenecientes a un informe y lo que leyó, la dejó helada:

Damon Gardener.

A la edad de catorce años fue recluido temporalmente en un psiquiátrico por cometer asesinato voluntario hacia su padre Dimitri Gardener de cuarenta años.

El niño fue diagnosticado con esquizofrenia indiferenciada, dicha enfermedad mental fue descubierta luego del asesinato de su progenitor.

El cuerpo de la víctima fue encontrado por uno de sus empleados en el sótano, el empleado hizo la denuncia al descubrir al adolescente jugando con el cadáver de su padre en estado de descomposición, lo hizo por varias horas. Pero tal cosa no se tomó en lleno, ya que era víctima de alucinaciones cuando se hallaba en el sótano.

Allyson tuvo que pestañear varias veces para confirmar si estaba teniendo una pesadilla o no, y para su desgracia, lo que leía era real. ¿Damon era capaz de matar? Aquello era difícil de creer y asimilar, el hombre que la volvía loca había asesinado a su propio padre, había durado horas jugando con su cadáver... maldita sea, prácticamente era un niño cuando lo hizo ¿Qué niño era capaz de hacer algo tan tétrico y bizarro? Un niño con esquizofrenia, claro.

Iba a mirarlo, pero no pudo, no al leer aquello que le dio tantas ganas de vomitar en ese momento. Realmente ni siquiera podía describir el gran sentimiento de pesadez y entumecimiento de su estómago. Ignoró todo y siguió leyendo.

Meses después la madre del chico se presentó ante la policía, admitiendo que la verdadera asesina era ella, a pesar de que el arma utilizada para matar a la víctima no contenía sus huellas, sino la del adolescente.

Aseguró que lo mató debido a que ella estaba harta de los continuos maltratos que le propinaba a ella y a su hijo desde hacía años, incluso presentó pruebas donde se dejaba en claro los maltratos. Aceptó que su hijo padecía de dicha enfermedad, pero que no era un peligro, por lo que se entregó a la policía y pidió que liberaran a su hijo y lo dejaran con su tutor, quien era el mayordomo y de la casa. Informó que había borrado sus huellas y que al parecer el adolescente había tomado el arma en su momento de alucinación.

Posteriormente fue sometida a juicio y recibió quince años de prisión, pero murió cinco años después al ser atacada por una de las reclusas de la cárcel para mujeres.

El chico luego de salir del psiquiátrico fue criado por su mayordomo y años después, cuando tuvo la mayoría de edad, contrató a expertos para ocultar todo lo acontecido, incluyendo su enfermedad.

No entendía nada. ¿Era o no el asesino de su padre?

Respiró profundo y tomó las fotografías. Llevó su mano hacia su boca para soportar la arcada que pugnó en su garganta al ver la primera fotografía. La imagen grotesca del padre de Damon con la garganta abierta por un objeto corto punzante, de como la sangre coagulada se apreciaba en el cadáver de varios días y de como estaba amordazado en una silla en el sótano era demasiado para su pobre y sensible mente, tuvo que cerrar sus ojos por varios segundos y prepararse mentalmente para mirar las demás fotos.

Las siguientes eran de la escena del crimen, el arma homicida y... de los maltratos hacia un Damon pequeño. Aquello provocó en sus ojos un ardor, el pequeño de algunos nueve años ya no tenía la expresión de un niño inocente ni sus ojitos se veían llenos de vida, al contrario, se veían apagados y cansados, como si ya hubiese tenido suficiente de maltratos y el golpe en su mejilla y ojo izquierdo de un color púrpura ya no importaban o dolían. Su pecho se comprimió y la sensación de temor y estupefacción se fue de su cuerpo y fue sustituida por una sensación de tristeza y desolación.

Se estima que el niño empezó a desarrollar dicha enfermedad cuando a sus cinco años observó como su padre casi mata a golpes a su madre y de como este lo estranguló hasta perder el conocimiento.

Su padre no fue apresado por tal cosa, debido a que llevó a la esposa al hospital jurando que había tenido una caída, la mujer no lo desmintió y el pequeño no dijo nada.

« La tentación de Damon» #2 COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora