°•TRES SEPARADAS AL NACER•°

EL ENCUENTRO DE DOS HERMANAS

Cuando Ailyn llegó a su casa ya eran casi las 5:00 de la mañana, con su abrigo y su capucha puesta, con su mochila en su espalda caminó hacia la entrada, con las llaves en las manos abrio la puerta sin hacer ruidos y caminó escaleras arribas, se dió un largo baño y se echó a dormir sin pensar en nada de lo que ha sucedido, el pensar lo dejara para después, está agotada.
Cuando Ailyn se acercaba a la casa, Cristal estaba despierta, se despertó para ir a la cocina por un vaso de agua, cuando entró en su habitación la vio llegar, y luego cuando la sintió entrar a la casa salió escondida sin hacer ruidos y la vio subir las escaleras.
—Que chica más rara es está, quizás deba irme pronto de aquí ahora que ella volvió, seguro no pensará dejarme aquí con ellos.  —Penso Cristal.

Terminó de amanecer y ya Cristal está en la cocina preparando desayuno, luego hizo algunos quehaceres de la casa y después preparó el almuerzo, Rachell está con ella en la cocina, se han hecho más cercanas en estos tres días, Jesús también, ellos han hablado y han dicho ver cosas nuevas en Ailyn que les agrada, lo que aún no saben es que está chica no es la que siempre está con ellos. Jesús está preparado la mesa para sentarse a comer, pero ve que Cristal pone 4 platos y 4 vasos, cucharas y servilletas, todo para 4 personas.
—Oye jefa, ¿Por qué pones 4 si somos tres?
—Es que ella volvió.
—¿Ella? ¿De quién hablas?  —preguntó Rachell.
—La chica de la otra noche, su amiga.
—¿Hablas de la que encontramos hace tres días en la calle?
—No, esa fui yo, hablo de la que andaba con ustedes. —Rachell y Jesús se miraban y otra vez esta chica se estaba comportando raro.
—¿Dónde está ella? —preguntó Rachell, quería confirmar lo que dice.
—Ire a llamarla, no puede venir aquí y irse cuando quiera, ¿Qué se ha creído? Y  tú Ailyn debes ponerle sus límites, está es tu casa, ¿Qué te pasa? —Rachell ya estaba enojada y caminaba escaleras arribas ya que Cristal había señalado la dirección en dónde estaba la chica.
—Espera, Rachell.
—¿Qué sucede ahora?
—¿Qui... Quién es Ailyn?  —preguntó de manera tímida y curiosa.
—¿Qué? ¿Estás de bromas?
—Ailyn, ¿Estás bien?  —aqui intervino Jesús viendo que la chica está algo insegura.
—¿Quién es Ailyn? —volvio a preguntar poniendo interés en su pregunta.
—Oye jefa, me estás asustando eh, —Rachell se devolvió un poco preocupada por su amiga, es que cuando Ana le habló a Cristal en medio de su borrachera, le mencionó a Gloria y a Ailyn, y según lo que entendió Ailyn es quien la separó de sus padres, y ahora está aquí, justamente en la casa de Ailyn, empezó a ponerse nerviosa, quiere salir corriendo a su habitación, encerrarse allí o tomar sus cosas y salir de esta casa, los chicos la tienen sujetada al ver que quiere correr a no se sabe dónde, ¿Pero a dónde irá? No tiene a nadie. Mientras piensa estas cosas algo en su cabeza le hizo click.
—Ellos dicen que soy Ailyn, todo este tiempo han pensado que soy su amiga Ailyn, entonces Ailyn no es la persona que me separó de mis papás y Gloria no es mi hermana, Gloria es quien me separó de mis padres, mi hermana es Ailyn, ¿Sería posible que nos parezcamos tanto para que nos confundan? No puede ser, tengo que verlo. —Cristal no estaba pensando, estaba hablando sola y ellos la miraban y escuchaban, pensaban que su amiga estaba loca, hablaba lo que para ellos es incoerencias, entonces Cristal se soltó de sus brazos y corrió escaleras arribas, ellos la siguieron para ver lo que pensaba hacer, al llegar a la habitación tocó lo puerta con desesperación, tan fuerte que Ailyn quien aún dormía se espantó, al despertar pensó que eran sus amigos que ya sabían que estaba de vuelta y que venían a reclamarle por dejarlos, pensaba que estaban muy enojados.

—Pasen. —dijo Ailyn dispuesta a explicarle todo y ponerlos contentos con los regalos que les compró el día anterior cuando fue a la tienda.
La puerta se abrió y una desesperada Cristal entró seguida de Rachell y Jesús, al verla se quedó pasmada al ver a Ailyn sobre la cama, Ailyn cuando la vio, saltó de la cama con tremendo susto.
—¿Qué... Qué es esto? —preguntó casi sin hablá.
—¿Quién eres, quien eres tú?
—Oigan, es obvio que aquí hay algo raro. —habló Rachell viendo lo que pasaba, Jesús se quedó sin hablá y las dos chicas se miraban de arriba a abajo, un largo rato de silencio se hizo presente, las chicas no hablaban, solo se miraban y de sus rostros salían subtitulos, el silencio parecía eterno, no pensaba acabar y miles de preguntas se formulaban en sus mentes.

Cristal dió un paso adelante, extendió su mano para tocar a Ailyn, pero está se echó hacia atrás rechazando el contacto, Cristal se sintió un poco triste, ve a alguien igual a ella por primera vez, es como estar frente al espejo pero que si puede tocar a la chica que se muestra frente a ella.
—¿Eres Ailyn?  A ti también te robó Gloria cuando nacimos, ¿A dónde te llevo?  —estas palabras hicieron a Ailyn reaccionar, el nombre de Gloria le recordó a su vida en el orfanato y el por qué se escapó de allí.
—¿Conoces a Gloría? ¿Ella te envió? No le tengo miedo.
—No, yo me he escapado de dónde me tenía una mujer que me crío haciéndose pasar por mi madre, la noche que me encontraste salí de esa casa sin saber a dónde ir.  —Ailyn no sabía que decir y de repente habló.
—¿La noche que te encontré? —parecia no recordarlo.
—Jefa. —Jesús habló y las dos miraron, ya Cristal se había acostumbrado a escucharlo llamarla así que pensó que hablaba con ella.
—Ailyn. —dijo Jesús para especificar con quien quería hablar.  —La noche que salimos, hace tres noche, la salvaste de los hombres que la atacaban en el callejón.
—Ho sí, lo había olvidado, ¿Eras tú?
—Sí.
—Y ¿Por qué no me dijiste nada esa noche?
—Es que no sabía, estaba oscuro.
—Ailyn, creo que ustedes deben hablar, nosotros estaremos abajo, Ella también lo acaba de descubrir, mi hermano y yo pensábamos que eras tú y que estabas loca por tu forma de actuar y también por trae lentes puesto, nunca te hemos visto con unos.
—Esperen, me fui hace tres días y acabo de llegar y ¿No me extrañaron? Osea, ¿No se dieron cuenta de que me fui a la pelea sin ustedes?
—Bueno. —respondió Jesús con las mejillas rojas.
—¿Qué? ¿En serio pensaron que ella era yo? Vaya amigos los que me cargo. —lo que más le intriga a Ailyn es que durante estos tres días pensó que sus amigos la matarían cuando llegara por irse sin ellos y resulta que apareció otra chica que por el hecho de parecerse a ella la pusieron a tomar su lugar.
—Oye jefa, no lo tomes a mal, no fue a propósito, pero creo que necesitan estar solas las dos por el momento. — esto dijo Jesús saliendo y Rachell detrás de él cerrando la puerta para dejarlas solas.