CONOCIENDOSE

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El día avanzó y estas dos chicas se conocieron, hablaron sobre cómo fue su infancia y como fueron criadas, se dieron cuenta de que sus vidas no ha Sido tan linda como les hubiera gustado.
Después de hablar de Gloria y lo que cada una ha descubierto o le han contado, Ailyn habló dulcemente de Ángela.
—Su nombre lo dice todo, ella es un Ángel, es buena y me cuidaba mucho, está casa es de ella, también el dinero que me pudo en la cuenta de banco, me dió todo cuando me ayudó a escapar del orfanato y he cuidado cada cosa que me dió, su dinero lo he multiplicado, pero el es otra historia. —comentó Ailyn pensando en su asunto de Night Star, Cristal la miró con cariño, se siente cálida al estar con alguien por fin que es de su familia, Ailyn también se siente bien de tenerla aquí, aunque no baja la guardia hasta estar clara de todo.
—¿Dónde has estado todo este tiempo? ¿Con quién vivías? —preguntó Ailyn con curiosidad.
—Yo vivía en el barrio cerca de donde me encontraste esa noche, yo me escapé, Ana me crío haciéndose pasar por mi madre, pero luego descubrí que era una impostora.
—¿Y cómo lo descubriste?
—Ella misma me lo dijo, empezó a tratarme mal, y una noche en medio de su borracheras me confesó que una mujer llamada Gloria le pagaba muy bien después de robarnos para que me cuidara, me dijo que éramos tres y que se robó dos de nosotras y que luego le tocó entregar a una de nosotros dos a esos hombres que fueron en medio de la noche a su casa, esa otra bebé eras tú.
—¿Yo? ¿Estás diciendo que yo vivía primero en la casa de esa mujer contigo?
—Solo unas horas, ella me dijo que cuando fueron a buscar a un bebé, yo estaba dormida y tú lloraba y por eso te entregó a ti a esos hombres para tener paz, también me dijo que escribió tu nombre en un pedazo de papel y lo puso entre tus cosas.
—¿Ella te dijo eso? Y ¿Le creíste?
—Sí, bueno, estaba borracha y dicen que los borrachos siempre dicen la verdad. —las dos rieron, es su primera risa en complicidad cómo hermanas, se empiezan a sentir bien.
—Angela me contó que mi nombre llegó escrito en un papel entre mis cosas, decidió llamarme así con la esperanza de encontrar a quien lo escribió.
—Cuando Ana me habló de tí pensé que Gloria era mi hermana y que Ailyn era la mujer mala que me robó cuando era un bebé, pero gracias a tus amigos se me aclaró la mente, no dejaban de llamarme por tu nombre y entonces entendí que es imposible que nos confundan tanto a menos que seamos tan parecidas.
—Oye, ese nombre de la mujer que hablas, me parece escucharlo en alguna parte.
—¿Cuál, el nombre de Ana?
—Sí, ese, pero ¿Dónde?  —Ailyn pensaba y buscaba en su cabeza hasta que recordó y se echó de la cama abriendo su maleta en busca de su PC, Cristal la miraba atentamente sus movimientos y Ailyn empezó a teclear en busca de algo en su computadora.
—Lo sabía, ¿Es ella?  —le mostró a Cristal la foto que le envío Erick hace un par de días, para que le buscará la ubicación de Ana, recordó todo lo de esa noche.
—Sí, es ella, ¿Cómo es que tienes una foto suya? ¿La conoces?
—No bueno, esa es otra historia, luego te la contaré. —Cristal asintió con la cabeza respetando su privacidad, luego la puerta se abrió y vienieron Jesús y Rachell con una bandeja con comida para las dos.
—No han comido, creímos que deben de tener hambre. —dijo Rachell, Jesús las mira a ambas, Cristal no tiene sus lentes puestos y le cuesta identificar cuál es cuál, si no fuera por las mechas azules en el pelo de Ailyn, duraría una eternidad para poder identificarlas.

—¿Qué nos ves Jesús? —preguntó Cristal un poco tímida.
—Yo... Eh, bueno, nada. —Jesús parecía tonto en este momento con la cara roja y todos se morían de la risa, las hermanas se levantaron y empezaron a comer y sus amigos la observaban.
—Pero, ¿Qué nos ven? Por Dios, ya me conocen y bueno a ella también. —Ailyn reprochó a sus amigos y las risas seguían.
—Oye, ¿Tú cómo te llamas?  —Rachell curiosa preguntó.
—Es cierto, ¿Cuál es tu nombre? —Ailyn también quiere saber.
—Oye jefa, que mala hermana eres, ¿Cómo es que no sabes el nombre de tu hermana gemela? —Ailyn y Cristal se miraron y las dos agacharon la cabeza llenas de vergüenza.
—Yo, lo siento, mi nombre es Cristal, soy Cristal.
—Vaya, parece que Ana te quería más a ti que a mí, me entregó a mi y a ti te regalo el mejor nombre. —dijo Ailyn haciendo un puchero, Cristal se quedó atónita y muy seria, la miraba y se sentía culpable, Rachell notó esto y regaño a Ailyn.
—No le hagas caso Cristal, solo está jugando, y tú Ailyn, debes aprender a no jugar con los sentimientos de tu hermana, imagino que ella también tuvo una vida dura.  —Ailyn se dejó de bromas y miró a su hermana recordando en todo lo que hablaron y sabe que sí, sabe que ninguna ha tenido una buena vida, saber que su hermy estubo a punto ser violada por tipo y que le tocó salir corriendo de su casa en medio de la noche sin saber a dónde ir, fue el mismo destino que se la puso en frente esa noche y que la empujó a ayudarla cuando era acosada nuevamente en ese callejón, Ailyn se echó sobre su hermana, y le dió el primer abrazo, fue una sorpresa para todos su reacción, pero es que Ailyn pensando en todo esto se sintió muy triste y empezo a llorar, Cristal también la abrazo y sus lágrimas terminar venciendo la fuerza que les impedían salir, un fuerte abrazo las inundo y un gran silencio en el que solo se podía escuchar los gemidos del lloro de ambas en silencio.

°•TRES SEPARADAS AL NACER•°    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora