Capítulo 3.- El reencuentro: Milk y tío

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—¡Deja de mirarme así! —gritó Milk— ¡No quiero que vuelvas a mirarme así nunca más! —dijo tirándole un trapo a la cara a ChooSam.

—¿Cómo te atreves? —dijo ChooSam cogiéndolo por la muñeca con fuerza y acercando su rostro al de Milk— ¿No sabes que debes respetar a tus mayores?

"¿Cómo ha pasado esto?" Se preguntaba Milk...

Cuando Milk volvió a la Tierra Choco se fue corriendo a buscar a JungWoo, y él se quedó paseando por la ciudad sin un rumbo fijo. Se sentó junto al río, y vio pequeños pececitos cerca de la superficie. Hacía tiempo que no disfrutaba de la calidez del sol en su cara y por un momento su mente se quedó vacía de preocupaciones.

Pero poco a poco empezó a haber más bullicio. Notó las voces de personas paseando, lo alteraban un poco los gritos de los niños, y lo abrumaban los sonidos de los coches. Era plena hora punta y había mucho tráfico. Podía escuchar el rugido de los motores, las bocinas, los aceleradores, el bullicio, la contaminación de los tubos de escape, el humo del tabaco de la gente que fumaba... podía olerlo todo, podía escucharlo todo... y aquello le perturbaba muchísimo. Empezó a echar de menos la tranquilidad de la casa de JungWoo.

¿Podría volver? ¿No sería echado? Choco era muy celoso cada vez que JungWoo le mostraba afecto a alguien y ahora que JungWoo y Choco estaban juntos, ¿podrían vivir los tres como habían hecho en el pasado?

Milk intentó regresar a casa pero su olfato felino detectó uno de sus platos favoritos: salmón.

"¿De dónde viene ese olor?" se preguntaba

Y ahí fue donde empezó todo. Para hacer corta la historia, Milk fue guiado por el olor al mercado, donde una vendedora de pescado le ofreció probar un plato de salmón asado. Al no tener con qué pagar y ante la reclamación de la vendedora intentó escapar, tirando al suelo en su intento una caja de rodajas de salmón y haciéndolo inservible para su venta. Cuando la vendedora le reclamó histérica por los daños, Milk estaba completamente aturdido ante sus gritos. Se cayó al suelo y se tapaba los oídos... ¿y quién apareció en ese justo momento? El tío ChooSam. Quien iba a ese puesto a comprar pescado ya que era uno de sus proveedores habituales y quien se comprometió a pagar la mercancía desperdiciada por Milk.

Y a cambio Milk tendría que trabajar en el restaurante con ChooSam hasta pagar su deuda.

Y con esto llegamos al principio.

—¿No sabes que debes respetar a tus mayores?

—Lo dejo —sentenció Milk—. No quiero estar aquí. No quiero estar contigo y sentirme así.

—"¿Así?" ¿Cómo? —preguntó ChooSam juguetón, sacando una sonrisa burlona — Te recuerdo —dijo intentando cambiar de tema— que a JungWoo esta le parece la mejor opción.

Poco antes habían hablado por teléfono y JungWoo le había contado gran parte de la historia. Que Choco y Milk habían venido para quedarse y que ahora Choco era su novio, y conociendo la personalidad de Choco y Milk era mejor que estuviesen un tiempo separados para acostumbrarse a la nueva situación. ChooSam encantado, aceptó acoger a Milk en su casa. Además, debía pagar la deuda y tenía la excusa perfecta para molestarlo cuando quisiera.

No sabía muy bien por qué pero en cierto modo estaba feliz de tener a un chico tan joven y tan guapo como Milk bajo su dominio. No obstante, sabía que era un chico al que le cuesta abrirse y confiar en los demás, y que es muy independiente, justo justo, como... un gato.

"¿Podría adiestrarlo?" Pensó ChooSam. "¿Pero en qué estoy pensando?" Negó con la cabeza sonriendo, porque ya por su mente habían cruzado algunos pensamientos muy pícaros.

"Afortunadamente, tengo mucho tiempo por delante para estar junto a él..."

Continuará...

Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora