Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]

Capítulo 41.- A nadie le amarga un dulce (Milk y tío)

—Bueno, chicos, pues hoy vamos a preparar baram tteok [바람떡]

—¿Y eso qué es? —preguntó Choco.

—Es un pastel tradicional coreano, hecho a base de harina de arroz y un relleno que puede ser de varios tipos —le respondió JungWoo.

—¡Qué bien! ¡Ya quiero probarlo!

Milk no dijo nada, pero se le vio interesado en la preparación.

—Cada uno de nosotros hará un color, así que tendremos dulces de 4 colores: Choco los hará de color blanco; Milk, de color azul, para lo que utilizará jugo de arándanos; JungWoo de color rosa, para lo que usará jugo de fresas; y yo los haré verdes, con té matcha.

—¿Y el relleno?

—Haremos el tradicional: pasta de alubias rojas con azúcar.

Todos se dispusieron contentos a hacer sus respectivos pasteles. La preparación era muy sencilla y amena, sólo tenían que mezclar en las correspondientes cantidades la harina con el agua o los líquidos y amasarlo, hervirlo al microondas, y volver a amasarlo hasta formar una mezcla homogénea.

El rato que pasaron esa mañana haciendo los pasteles fue verdaderamente agradable.

—¡Choco! ¿Por qué me ensucias? —gritaba JungWoo mientras Choco jugaba a mancharle la cara con harina de arroz— Te daré tu merecido. ¡Vuelve!

—JungWoo es tan dulce que puede ser el relleno de un pastelito...

—¡Choco! ¡Que me avergüenzas! ¡Para! —gritaba mientras todos reían.

—Lo estás haciendo bien —le dijo ChooSam a Milk, colocándose justo detrás de él—, pero cuando la masa esté caliente, debes tener cuidado de no quemarte —dijo sosteniéndole la mano—. No queremos que estas manos tan hermosas, se dañen.

Sin girarse completamente, Milk volvió la mirada y se encontró a escasos centímetros del rostro de ChooSam. ¿Siempre había sido tan guapo? Se quedó abstraído por un momento contemplando su semblante. ChooSam le dio un delicado beso en la mano y la dejó en sus quehaceres.

—Tío... el color no es suficientemente intenso... es un rosa muy pálido.

—Está bien, prefiero que sea así y utilizar un colorante natural. Continúa como hasta ahora.

—El que iba a ser azul está quedando con tonos violetas...

—Es normal, así son los arándanos. Puedes seguir así.

—¡El blanco es bonito!

—Sí, Choco... no me cabe duda —dijo el tío ChooSam sonriendo.

Cuando terminó los de té matcha, fue a ayudar a Milk, ya que JungWoo y Choco estaban jugando de nuevo.

—¿Puedo ayudarte? —preguntó y Milk asintió tímidamente con la cabeza.

ChooSam lo envolvió con sus brazos y lo ayudó a aglutinar la mezcla. No podía decir si fue debido al calor de la masa, pero Milk sintió la calidez de estar envuelto en un dulce abrazo.

—Tú también tienes harina en la cara —dijo rozándole el rostro con sus dedos, suavemente.

—Para... —dijo Milk con cariño— Me ensuciarás aún más...

Por un momento se miraron a los ojos, frente a frente.

"¿Podríamos detener el tiempo un momento así?", pensaron sus dos mentes al unísono, como conectados por una suerte de telepatía que se da en quienes se profesan un tierno afecto.

Tras unos segundos, ambos sonrieron y continuaron con su tarea.

—No sé... Siento que le falta algo —dijo ChooSam una vez los pastelitos estuvieron listos.— Pero no sé qué es...

Todos se miraron.

—Me gustaría innovar un poco con el relleno, y hacer de dos tipos, pero no se me ocurre qué otra cosa podíamos añadir.

—¡Chocolate! —dijo Choco.

—Podemos añadir fruta, a los de fresa les complementará muy bien —dijo JungWoo.

—Sí... es cierto... podríamos usar eso. También he pensado en puré de calabaza dulce o de zanahoria, por seguir en la línea más tradicional.

Milk se quedó pensativo.

—¿Qué opinas? —le preguntó directamente.

Milk cogió un trocito de masa del color blanco y se la llevó a la boca.

—Está ligeramente dulce... Una pasta hecha con frutos secos y azúcar podría darle un equilibro interesante entre amargo y dulce...

Todos se quedaron muy sorprendidos por la sugerencia.

—Sí... ¡Sí! Como el mazapán... Una mezcla de almendras y azúcar... Sí... puede funcionar —decía ChooSam hablando consigo mismo.

—Pero... los frutos secos son caros... —rectificó Milk— Así que no sé si es buena idea.

—¡Yo creo que es una idea fantástica! —dijo Choco.

—Estoy de acuerdo —le apoyó JungWoo.

—Sí, es cierto, pero por ejemplo las almendras no son tan caras como las avellanas, las nueces de macadamia o los pistachos. Podemos usarlas... —comentaba ChooSam encantado con la sugerencia.

Tras prepararlos y cocerlos al vapor, quedaron unos pastelitos de baram tteok espectaculares.

—Creo que se venderán muy bien —dijo JungWoo.

—Empezaremos regalando uno pequeñito con el café y ofertando una caja a quien le interese —dijo en su línea de gran estratega empresarial que ya llevaba muchos años en el mercado...

Todos sonreían felices, pero la paz que se respiraba en el ambiente tuvo que ser interrumpida por Milk, al darse cuenta de la hora que era.

—Debo salir un momento.

JungWoo y Choco asintieron con una mirada cómplice.

—¿Puedo llevarme unos cuantos? —preguntó Milk.

—¡Claro! —le respondió JungWoo.

—¿Para qué? ¿Para quién? ¿Dónde vas? —se apresuró a preguntar ChooSam, pero Milk no le contestó.

—Déjalo tío... tendrá cosas que hacer...

—Volveré para el turno de la tarde. No os preocupéis...

—Este muchacho... En verdad me vuelve loco... ¡Ha conseguido arruinarme el estado de ánimo!

Cuando Milk llegó a ver a la abuela le ofreció los pasteles, y aunque no tenía apetito, se forzó a probarlos.

—Mi hijo realmente es un gran cocinero...

—Sí, y un gran empresario... —respondió Milk— Se le ha ocurrido una buena estrategia de venta...

—Sí...

—Abuela... deberías hablar con él.

—Lo sé, voy a hacerlo inmediatamente después de la graduación de JungWoo, pero, por el momento, me gustaría hacerte una propuesta...

Continuará... 

Nota: ¿Qué os parecen los baram tteok con relleno de mazapán? ¿Los probaríais?