Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]

Capítulo 42.- Ruined orgasm (Milk y tío) 🔞

Aquella noche, ChooSam estaba muy molesto. Milk había arruinado su estado de ánimo. Sentía que le daba una de cal y otra de arena.

Estaban terminando de recoger el restaurante cuando ChooSam se quedó observando detenidamente a Milk. ¿Cómo no se había dado cuenta antes? Estas últimas semanas estaba mucho más delgado y padecía un cansancio continuo.

Su rostro se veía más afilado y unas pequeñas ojeras comenzaban a aparecer bajo sus ojos. Se tomaba días libres con frecuencia y a veces llegaba tarde y exhausto a casa.

—¿Qué te traes entre manos? —le preguntó una vez se hubieron marchado JungWoo y Choco.

—Nada —contestó Milk sin levantar la vista de las tareas que estaba terminando.

ChooSam intuía que pasaba algo, pero no sabía muy bien qué. Camino a casa, algunas ideas rondaban por su mente. No entendía por qué se albergaría en su corazón la sospecha... Milk nunca había dado muestras de coqueteo con nadie, pero es verdad que su comportamiento estos últimos tiempos era extraño, así que se animó a preguntarle.

—¿Estás... viendo a alguien?

Milk se paró en seco, y dirigió una mirada ojiplática a ChooSam.

—¿Estás con alguien?

—¡¿Perdona?! ¡¿Cómo se te ocurre?! Si estoy con una persona no voy a estar con terceros. ¡Yo tengo seriedad! A diferencia de otros...

Si bien en un inicio las palabras tranquilizaron a ChooSam, la última parte lo ofendió profundamente.

—Pero ¿qué piensas de mí, jovencito? ¡El hecho de que haya tenido muchas parejas no quiere decir que no sea fiel!

—Bueno... —empezó a enumerar— parejas, amoríos, aventuras, devaneos, romances, encuentros causales...

—Mocoso impertinente... —murmuró estupefacto.

ChooSam se sintió terriblemente crispado y no entendía por qué. En el pasado, si le hubiesen dicho que eran un donjuán, se habría jactado de ello. Y ahora, en vez de eso, se disgustaba porque ese jovenzuelo le estuviese dando la dosis de realidad que tanto le costaba tragar.

"Pero... ¿por qué me ofende? ¿por qué me irrita de esta manera?", se preguntaba. "¡Pues porque ya no soy así! ¡Yo ya no soy así!", se decía a sí mismo. "¿Ya no soy así? ¿Desde cuándo no lo soy?". Las dudas asaltaban su cabeza mientras intentaba procesar racionalmente los sentimientos que le despertaban las palabras de Milk.

Pero como no consiguió llegar a conclusiones razonables, o, a las que llegó, no le gustaban y no las quería admitir, decidió castigarlo por sus comentarios...

—No voy a permitir que me faltes al respeto —le dijo al llegar a casa.

—Si te tomas la verdad como un insulto, no es mi problema —respondió Milk, despreocupadamente.

—Has hablado de esa manera para ofenderme, sabes que yo ya no soy así —dijo serio.

—Tú me has acusado primero —respondió con su lengua mordaz.

—¿Y por qué? ¿Eh? —dijo acercándose firmemente a él, con pose avasalladora— ¿Sabes lo frustrante que es para mí verte así?

—¿Qué?

—¿Sabes lo que me inquieta verte llegar algunos días tan tarde a casa? ¿Eres consciente de lo que me preocupa no localizarte, no saber dónde estás o lo que estás haciendo y si estás bien? ¿Sabes lo que me angustia notar que cada día estás más delgado y cansado? Si tienes algún problema, ¡puedes contármelo!