Capítulo 117.- Muchos cambios (Todos)

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Los acontecimientos de los siguientes días pasaron bastante rápido. Haru tomó un avión directo a Estados Unidos, donde lo estaba esperando su madre.

ChooSam, Milk y Hana lo acompañaron al aeropuerto. Ya fuese por la vergüenza del arrepentimiento, o por la falta de agallas para afrontar la culpa, nadie habló demasiado en la despedida.

Haru saludó a su familia con una ligera inclinación de cabeza y se dirigió a la terminal. Hana, mucho más emotiva que los demás, al ver alejarse a su hermano salió a correr tras él y lo detuvo.

—Oppa... —le dijo llorando— Al final... Al final te voy a echar de menos...

—Yo también, pero... Ya no podía más. Necesito alejarme...

—Está bien... Prométeme que me llamarás...

—Te lo prometo. Cuídate...

Los hermanos, aunque a veces se llevaran a matar, jamás se habían separado.

Tenían un vínculo de unión bastante fuerte y el haber experimentado dificultades semejantes en un entorno parecido, les había creado una conexión difícil de igualar.

ChooSam pasó unos días lamentándose, veía su propia vida y la comparaba con la de su hijo.

¿Por qué se repetía la historia? ¿Por qué el hijo varón se marchaba? ¿Por qué los padres alagaban a la hermana en detrimento de su hijo? "¿Cómo he podido cometer los mismos errores que mi familia cometió conmigo? Es culpa mía... ¿Qué podría hacer para arreglarlo? Ya es tarde...", se decía ChooSam.

El análisis del hospital arrojó los resultados que se temían. Tenía lo mismo que tuvo su padre, una afección cardíaca que podría provocar muchos problemas si no se trataba. Afortunadamente, en todos estos años, la medicina había avanzado muchísimo.

La llamada de Jadoo desde Estados Unidos fue tranquilizadora para la familia. Les aseguró que Haru había llegado sin problema y que estaba todo en orden. Ahora comenzaba su nueva vida en tierras americanas y todos, por su propio bien, esperaban que allí la vida le sonriera.

—Choco... —susurró JungWoo— ¿Estás bien? Ni siquiera fuiste al aeropuerto...

—Estoy triste, JungWoo. Estoy muy triste —se sinceró—. Pero él tiene que entender que hay límites que son insalvables. Y que tú eres uno de ellos —dijo dándole un beso en la frente.

JungWoo, aunque apenado por la partida de su primo y la tristeza que dejaba en su familia, se encontraba muy feliz porque sentía el pleno amor que Choco tenía por él.

Durante muchos años pensó que anteponía a Haru como su prioridad. Llegó a sentir unos celos ridículos cuando, en realidad, por su edad y sus problemas en el colegio, era normal que se preocupase por el pequeño...

Ahora tenía la absoluta certeza de que la lealtad de Choco siempre había estado de su lado.

—¿Y te llama mucho? —preguntaba Bambam desde el otro lado del teléfono.

—No... Apenas me habla —contestaba Hana, con voz triste.

—Cuando estoy deprimido... Mi madre siempre me hace pasteles... O tarta... ¡O fideos picantes!

—Sí, por eso estás tan gordo... —contestaba Hana, como de costumbre.

—Si yo estuviera allí... Los prepararía para ti... —contestó el joven Bambam.

Sin saber por qué, a Hana se le volvieron a llenar los ojos de lágrimas. Todo estaba cambiando tanto... Y tan deprisa... Que le era difícil procesarlo.

Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora