Capítulo 109.- Jacuzzi privado🔞 (Milk y tío)

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—Tenemos que probar esto...

—¿Qué? ¿Ahora? —dijo Milk, sorprendido.

—Sí, ahora.

—Pero... Deberíamos recoger las cosas para mañana... —se resistía Milk.

—Mira, podemos relajarnos un poco primero, ¿qué te parece? —dijo ChooSam apoyando con cariño sus manos en los hombros de Milk, ocultando sus pervertidas intenciones.

—Bueno... Si sólo es relajarnos un poco... Está bien.

ChooSam esbozó la sonrisa del cazador cuando la presa cae en su trampa. Raudo y veloz como una centella, preparó la atmósfera: encendió unas velas, sirvió dos copas de champán, ajustó la luz y comenzó a llenar el jacuzzi.

—¿Qué haces con eso puesto? —preguntó ChooSam, viendo que Milk no estaba completamente desnudo.

—Es mejor así. Sólo vamos a relajarnos. Prefiero llevar puestos mis pantalones...

Milk, muy casto y muy puro, pensó llevar los pantaloncitos cortos que usó en el balcón y que dejaban casi la totalidad de sus piernas al descubierto.

Este hecho, sin embargo, lejos de tranquilizar el desmesurado apetito de su amante, exacerbó aún más su deseo e imaginación.

—Estás muy sexy así...

—ChooSam, por favor, sólo relajarnos, ¿recuerdas?

—Sí, sí. Siéntate a mi lado.

Con la delicadeza de una gacela, Milk introdujo una de sus finas piernas en el jacuzzi. El agua estaba más bien caliente, pero a él, como reminiscencia de sus antecedentes felinos, adoraba el calor.

—¿Está bien de temperatura?

—Sí... —dijo Milk cerrando los ojos y esbozando inconscientemente una sonrisa por la sensación cálida tan agradable que lo recorría al sumergirse en el agua.

El ambiente resultaba sumamente acogedor y sensual. El aroma cítrico de las velas se complementaba con el aroma floral de los aceites que perfumaban el baño, creando una mezcla de olores y sensaciones que los envolvía.

—Túmbate sobre mi hombro —ordenó ChooSam y Milk, arropado por la calidez del agua, obedeció.

Se quedaron así unos instantes hasta que ChooSam pulsó uno de los botones de aquella piscina privada interior y comenzaron a emerger burbujas por todos sitios.

Por un momento, Milk se sintió raro, porque uno de los chorros a presión golpeó sin tregua su centro de gravedad, haciéndole sentir un cosquilleo morboso que lo estimulaba y excitaba, y que involuntariamente, le hizo tensarse.

—¿Qué te pasa? —preguntó ChooSam en tono seductor.

—Na... Nada —intentó disimular Milk.

—Las burbujitas son de lo más juguetonas... ¿No crees? —siguió ChooSam en su misma línea— Algunas golpean aquí... —dijo acariciándole la espalda, recorriendo con sus dedos cada punto donde iban dirigidos los chorros del jacuzzi— Aquí... Aquí... y vaya... Aquí.

Ya estaba ronca de excitación su voz cuando sus manos llegaron a tocar el punto más impúdico donde los chorros se estaban dirigiendo en el cuerpo de Milk.

—¡Para! —dijo Milk intentando levantarse y salir del baño, pero ChooSam lo retuvo con fuerza.

—¡No! No te dejaré salir.

—¡Dijiste que sólo nos relajaríamos!

Las manos de ChooSam recorrieron hábiles su cuerpo, acariciándolo, desarmándolo, venciendo con deseo toda resistencia que pudiera oponer.

Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora