Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]

Capítulo 114.- No tan niños (Milk y tío ChooSam)

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Mis queridas lectoras, mis preciadas palomitas, empieza la recta final hacia la conclusión de la historia.
Me quedan unos cuantos arcos argumentales y todo acabará. Muchas gracias por acompañarme, por leer y por vuestros comentarios.
¡Pero no os desaniméis! En mi perfil hay otras muchas historias, románticas, sensuales, dulces u horripilantes, para continuar la lectura según vuestros gustos.
¡Feliz día!
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Siete años y medio pasaron sin darse cuenta.

—¡No! No lo permitiré.

—Pero papá...

—¡He dicho que no!

—Papá, me gustan también las mujeres. ¿Puedes dejar de actuar como si fuera el fin del mundo? —dijo Hana.

—¡Eso es una fase!

—¡Papá! Santo cielo... Tú también eres bisexual... ¡Creo que eres el menos indicado para darme lecciones aquí!

—Hana, no le hables así a tu padre... —intervenía Milk, en tono conciliador.

—¡Tú lo que tienes es que centrarte en tus estudios! ¿Cómo se te ocurre hacer esas cosas en el instituto...? ¿En qué estabas pensando? —replicaba ChooSam.

—Ejem —tosió Milk con una mirada fulminadora hacia su marido.

—¡No puedes decirle cómo actuar a mi corazón! —gritó Hana, enfadada, marchándose a su cuarto y dando un portazo.

—Cariño... —susurró Milk con ternura, poniéndole el brazo en el hombro— Están en la edad... Te recuerdo que tú hacías lo mismo...

—Te lo ha contado mi madre, ¿verdad?

—Sí...

—Dios mío... ¡Cuántos disgustos les he dado a mis padres! Ahora me doy cuenta...

—No te lo tomes así... Tenemos que aceptarla...

—Sí, pero nosotros lo hemos pasado tan mal... No quiero que ella tenga que pasar por eso... -dijo ChooSam, recordando todos los momentos duros que habían vivido estos años.

—Te entiendo, pero, no es algo que esté en nuestra mano evitar. Eso sí, hablaré con ella para explicarle que en ciertos sitios debe comportarse y no besar a sus compañeras... —dijo Milk, sonriendo.

—Está bien... Habla con ella... A ver si a ti te escucha.

—¿Se puede? —dijo Milk tras llamar a la puerta de la habitación de Hana.

—¡No soporto a mi padre! ¿Quién se cree que es? ¿Se avergüenza de que su hija sea como él? Por Dios... ¡Estáis casados! ¿Reniega de sí mismo? ¿Tú no te enfadas, tío Milk? ¡Mira lo que está diciendo! ¿Cómo puedes estar tan tranquilo?

Milk se había sentado en la cama con ella y la escuchaba sin decir palabra.

—¿Has acabado?

—Es que... Nadie me entiende... —dijo entristeciéndose.

—Mi niña... No te preocupes. Papá te entiende, pero quiere lo mejor para ti. Quiere protegerte y por eso se preocupa.

—¡Pero soy así!

—Está bien. Está bien. Bueno, cuéntame, y ¿hay alguna chica que te guste?

—Bueno... No... No especialmente.

—Entonces, ¿por qué te besaste con varias compañeras?

—Verás... Era un juego... Sólo estábamos jugando... Además, son bonitas y yo quería besarlas, así que me pareció divertido. Hay una de ellas que es bastante guapa y también es inteligente. Saca muy buenas notas... Estaba en el grupo y quisimos jugar... Me gusta un poco... No veo que sea tan grave.