¡Queridas gentes de estos lares! Permitidme contar mi historia, que a más de uno asombrará, a más de uno causará pavor, a más de otro angustia, y seguro que algún desalmado convendrá en burlarse.
Luché como un bravo soldado en mi juventud, y a causa de mis logros militares, fui ascendido a general. Por culpa de un amor trágico perecí y fue en ese momento cuando comenzó mi aventura, desarrollando mi carrera como el aterrador espectro del Palacio de las sombras, que se prolongó hasta nuestros días.
Yo vivía feliz, con mi nieta en su palacio. Mi nieta, que bien podía parecer mi abuela, pues ya peinaba canas. Nuestra labor era de lo más gratificante, pues consistía en asustar a todo peregrino que se adentrara en nuestro territorio. ¡Oh cuánto disfrutaba viéndolos correr pálidos de miedo! ¡Qué recuerdos cuando esas pobres almas gritaban aterrorizadas!
Pero como todo en la vida, cualquier aventura, aunque esta dure cientos de años, tiene su punto álgido y, posteriormente, su declive. Permitidme que os cuente la historia de aquel día, pues fue por la causa de un grupo de obstinados aventureros que decidí, finalmente, retirarme de mis labores.
Una copiosa lluvia azotó esa mañana, en la que una congregación de inquietos viajeros se personó en mi morada. Mi nieta les ofreció té y les concedió el permiso para deleitarse con las estancias del palacete.
Y ahí estaba yo, observando desde el otro lado de la pared, ¡deseando importunarlos con mis trucos! ¡Deseando hacerlos enloquecer!
Se dividieron en tres grupos:
1. Una camarilla liderada por los más mayores junto con el religioso se quedó en la sala principal, viendo los cuadros y las pinturas, pues resultaron ser de su agrado.
2. Uno de los jóvenes y el humano con alma de cachorro, se perdieron buscando el baño.
3. El felino junto con el otro hombre y los dos que decían ser hermanos, formaban el tercer grupo.
¡Divide y vencerás! Es una estrategia militar básica.
Comencé por el joven y el perro.
—JungWoo tengo hambre...
—Ya... pero no es momento ahora de comer, tenemos que encontrar el camino.
—Pero quiero comer algo JungWoo... Hemos venido hasta aquí y esa anciana sólo nos ha dado té... Que podía haber sacado unas pastitas o algo, digo yo.
—¿Puedes centrarte en buscar la sala principal? ¡Dios mío qué casa tan grande! Es muy fácil perderse...
"¡Ya está!", pensé "haré el truco de la comida, los más sensibles han perecido ante este engaño, han perdido el juicio y se han enloquecido del asco tras el timo del falso sustento. ¡Oh! ¡Seguro que saldrá corriendo hacia una ventana y se arrojará por ella al descubrir la verdad! Tal vez el compañero, de la impresión, tampoco pueda soportarlo y se arroje también... ¡Estoy deseando!"
¡Iluso de mí!
Resulta que blandí ante él una mesa llena de lo que parecían ser apetecibles viandas, había fruta fresca, carnes, pan... ¡Y qué gozo cuando aquel cachorro comenzó a comerlos con semejante ímpetu! ¡Veía mi plan consumado!
—¡JungWoo mira! ¡Comida! ¡Mucha comida! —dijo llevándosela a la boca.
El otro joven se quedó asombrado, y en ese momento... ¡Revelé el horror!
—¡No Choco! Es comida podrida. ¡No te la comas!
El cachorro la miró, y tras dudar unos instantes, ¡siguió comiendo como si nada!
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Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]
Fanfiction¡Choco y Milk tienen una nueva oportunidad de volver a la Tierra! ¿Podrán cumplir la misión y quedarse aquí definitivamente? ¿Conseguirán abrir su corazón para amar y ser amados? Sigue la historia de este perrito y este gatito que volvieron a la ti...